¿Cuánto vale tu trabajo de escritor?
Hace unos meses publicamos un artículo sobre las ventajas de tener tu propia plataforma para vender tus libros. En él te decíamos:
Calcula las horas que has invertido en documentarte, escribir, revisar y editar. Pon un precio por hora que estimes justo para compensar el trabajo realizado. Multiplica el precio por hora por las horas de trabajo invertidas.
Esa es la cifra mínima que deberías alcanzar con las ventas de tu libro.
¿Cuántos libros a 2,99 € tienes que vender para alcanzarla? Pues eso.
Desde entonces varios escritores autopublicados se han puesto en contacto con nosotros para comentar este hecho. El retorno de la inversión, dado el precio al que se suelen vender los libros, es bajísimo. De hecho, la mayoría nos han dicho que, económicamente, el libro apenas les ha merecido la pena. Y que ven realmente difícil poder llegar algún día a vivir de la escritura.
Desde luego, la satisfacción de ser leídos y la relación que han entablado con sus lectores es una enorme recompensa. Pero hoy no vamos a hablar del gozo de escribir, tampoco del placer de ser leído. Hoy vamos a hablar de dinero, vil metal.
El precio de tu trabajo de escritor
Pongamos que escribir un libro lleva unas 300 horas. Y pongamos un precio bastante modesto por hora, 10 €. Si vendes tu libro a 3 €, una cifra bastante habitual, deberías vender 1000 libros para recibir un compensación justa por tu trabajo basada en el precio/hora. Si elevamos el precio por hora para acercarnos a los honorarios que un profesional cualificado cobra por su trabajo, las cifran aumentan.
Como puedes imaginar, o tal vez ya sepas por experiencia propia, vender mil ejemplares no resulta tan sencillo. Lograrlo implica un gran trabajo de promoción y difusión por parte del escritor. Pero, ojo, porque eso significa que se añaden horas de trabajo a la cuenta y costará más recuperar la inversión.
Fíjate que estamos hablando solo de «tiempo», del que has empleado en escribir y corregir tu libro y luego en promocionarlo. No incluimos en el coste de poner un libro en el mercado otros inputs como el importe de una corrección profesional, de un diseño de portada o de una campaña de Facebook Adds.
Tampoco hablamos de la obligación de cumplir con tus obligaciones fiscales (hablamos de ellas en este artículo sobre fiscalidad para escritores).
Si quisieras ganar el salario mínimo interprofesional de España (30 euros por jornada laboral completa) deberías vender 10 libros al día. Bastante difícil.
Tener varios títulos en venta
La solución para mejorar estas cifras que se suele dar a los escritores es que tengan más de un título en el mercado.
En efecto, diversificando la oferta tienes más posibilidades de aumentar tus ganancias.
Por otro lado, cuesta más conseguir un lector nuevo que lograr que uno que ya te conoce repita. Pero para que un lector pueda repetir, necesitas tener al menos dos libros a la venta.
Desde luego, si te planteas en serio ser escritor, debes saber que no vale con tener una única obra en el mercado. De hecho, es mejor que no dejes pasar demasiado tiempo entre la publicación de la primera y la segunda.
Si ha pasado poco tiempo desde la aparición de tu última novela, tu nombre estará fresco en la memoria de tus lectores y estarán dispuestos a invertir de nuevo en una obra tuya. De alguna manera, el calor de la difusión de tu primer libro ayudará a encender el fuego de la difusión del segundo.
Así que no esperes demasiado entre la publicación de un libro y la siguiente.
Ahora bien, aunque tener más de un libro en el mercado es una buena solución para incrementar las ganancias, hay una mejor y más sencilla (desde el momento en que no significa escribir otro libro): subir los precios.
Por qué subir los precios
Subir los precios es una solución muy sencilla para cambiar esas modestas cifras del retorno de la inversión.
¿Por qué vender tu libro a 3 o 5 euros? ¿No vale más tu trabajo? Seguro que sí.
Plantéate poner un precio justo en función de las horas que has dedicado al proyecto y de los costos asociados (formación, marketing, corrección, diseño, etc.).
Pero es que, además, poner precios bajos puede estar perjudicándote sin darte ningún beneficio, ni económico ni de ningún tipo. Vamos a ver por qué.
¿Es realmente el precio un factor determinante a la hora de elegir un libro?
Sabemos lo que nos vas a decir: hay mucha competencia, todo el mundo fija precios bajos.
Desde luego, tienes razón.
Pero eso significa que no te estás diferenciando de tu competencia en nada, ni siquiera en el precio. Un lector puede elegir tu libro o uno de los miles de libros a 2,99 € que tiene ante sí. Que te elija a ti es mera cuestión de suerte… o de otros factores.
¿Qué otros factores? Pues por ejemplo:
- Una buena portada, diseñada para vender.
- Unos buenos textos de venta, pensados para convencer al lector.
- Recomendaciones de otros lectores.
Como ves, los factores que deciden la compra de un libro no tienen que ver con su precio, o no exclusivamente, de modo que ¿por qué vender barato?
Gran volumen de ventas
Además, como ya hemos visto, cuando vendes a precios bajos debes vender un gran volumen para alcanzar el umbral de la rentabilidad. Es decir, debes multiplicar tus ventas.
Pero para conseguir más ventas necesitas aumentar de manera exponencial tu exposición, es decir, tu visibilidad. Y esto es algo en lo que la mayoría de los escritores falláis, por lo general porque no le dais a vuestra visibilidad la importancia que merece ni os preocupáis de aprender cómo potenciarla.
Fijar precios bajos es algo que te puedes permitir cuando existe un mercado amplio para el producto que vendes. Pero, lamentablemente, ese no es el caso de los libros, cuyo mercado mengua sin cesar.
En España el público lector disminuye de año en año y además los libros deben luchar por la atención de los usuarios contra nuevas formas de ocio que se implantan rápidamente.
Conseguir el volumen de ventas suficiente para tener un buen retorno de la inversión no es nada fácil.
¿Es esa la imagen que quieres dar?
Por otro lado, cuando fijas precios bajos das automáticamente una imagen de poca calidad.
Por supuesto, no tiene por qué ser así. Tu libro puede tener una calidad excelente en todos los aspectos, pero cuando lo vendes barato no es eso lo que percibe el lector.
El lector piensa que si tu libro tuviera calidad no habrías vacilado en poner un precio más alto. Y es así porque, de manera inconsciente, todos relacionamos precios altos con calidad.
Y lo que es peor, aunque tu libro tenga calidad de sobra, el lector no la percibirá. Por lo mismo que asociamos calidad con precios altos, asociamos precios bajos con falta de ella. Hay numerosos estudios sobre economía conductual que lo demuestran.
Solo por fijar el precio de tu libro a 3 euros estás consiguiendo que el lector considere que su calidad es dudosa.
¿Quieres que esa sea la percepción de tu lector sobre la obra en la que has invertido horas de trabajo y esfuerzo?
¿Es ese el lector que quieres?
Por otro lado, sabemos que la economía no está en su mejor momento y que mucha gente busca precios bajos. Los buscan en cualquier producto o servicio, también en los libros. Para algunas personas el precio sí es un factor determinante a la hora de elegir un libro.
Ahora bien, ¿quieres que tus lectores compren tu libro solo por su precio? ¿O quieres que lo compren porque has dedicado años a cultivar un estilo único, has desarrollado una historia emocionante y original, has creado personajes inolvidables?
Los lectores que compran un libro por su precio no te leen por tus méritos, sino por un motivo puramente económico. Si tú subieras tus precios tan solo un euro, te abandonarían.
Lo que tú quieres son lectores que disfruten tu obra y estén dispuestos a leerte cueste lo que cueste.
El último libro de Mario Vargas Llosa cuesta algo más de 20 euros en su versión impresa y más de 12 € en su versión digital. Mario Vargas Llosa, por su visibilidad, podría vender por volumen a precios inferiores. Pero el Nobel (y sus editores) sabe que cuenta con lectores fieles a su obra a los que no les importa pagar por disfrutar de su prosa.
Ese tipo de lectores es el que deberías buscar tú.
Pon un precio justo a tu trabajo
No estamos hablando de que subas tus precios porque sí. Lo que queremos es que pienses fríamente en cuál es la recompensa que esperas por tu trabajo. En este artículo te listamos cuatro factores a los que afecta el precio de tu libro.
¿Por qué esa tendencia a los precios bajos?
Cuando las grandes plataformas de distribución como Amazon irrumpieron en el mercado editorial, todos las recibimos con alegría. Es indudable que democratizaron el acceso a la publicación para miles de autores. Sin embargo, su objetivo es vender, por eso priman los precios bajos. Cuidan a los consumidores en detrimento de los creadores.
Para colmo los escritores no os concebís a vosotros mismos como a empresarios. Como la mayoría de los creadores y artistas tenéis una idea mística de vuestro trabajo: la inspiración, la musa, el trabajo en soledad, la satisfacción de crear un artefacto artístico, la recompensa de la acogida del público, etc.
Todo eso bastaría si no hubiera facturas que pagar. Y la índole práctica de un negocio todavía os chirría a la mayoría de los autores. No os habéis parado a pensar que, además de escritores, cuando vendéis libros sois empresarios. Formaros para mejorar vuestra escritura, aprender técnicas de marketing, invertir en mejorar vuestro libro colaborando con profesionales (como correctores, diseñadores, etc.)… es algo que la mayoría no contempláis. Y es un grave error.
Pero ese es un tema que requiere un artículo propio. Si te interesa, aquí hablamos del escritor emprendedor y lo tratamos por extenso.
Si te tomas en serio tu trabajo de escritor, enrólate hoy mismo en nuestra comunidad de escritores. Recibirás todas las semanas ideas y consejos para mejorar tu escritura y potenciar tu carrera. ¡No te lo pierdas!
Buenísimo artículo, como siempre. Vuestra página es como un refugio al que acudir cada vez que una siente que está perdiendo el norte en el arduo camino de convertir la escritura en un medio de vida.
En cuanto al precio de los libros, ¡cuánta razón tenéis! Pero qué miedo da pensar que por subirlo un par de euros (y, desde luego, el esfuerzo lo merecería) vamos a perder los dos o tres lectores que creemos haber conseguido. Y el caso es que, como lectora, yo también percibo un precio bajo como el de un producto de baja calidad.
Supongo que el miedo a no tener lectores se une al síndrome del impostor, pero todo ello, a la larga, desmotiva. Es un círculo vicioso. Si después de tanto esfuerzo, no se obtiene una retribución justa, corremos el riesgo de abandonar, de no formarnos, de no dedicar tiempo a la profesión… Precio bajo = abandono. Se pierde, se mire por donde se mire. 🙁
Hola, Nuria:
Muchas gracias por leernos. El tema del precio de los libros es muy sensible. Todos los factores que enumeras cuentan: el miedo a perder lectores, el síndrome del impostor… Tenemos la idea de que cuanto más barato, más fácil será llegar a la gente, pero en realidad no es así. No obstante, es cierto que la idea de aumentar el precio da un poco de vértigo, pero es algo que los escritores deberíais probar para ver qué resultados da. Para volver a bajarlo siempre hay tiempo.
Un abrazo.
Hola me gustaría conocer el valor de mis textos, escribo en Instagram motivación desde propia experiencia personal y por amor a comunicar, no sabría cómo tarifar de manera justa mi trabajo, si escribir un libro, si tarifar por frases, si tarifar por horas… donde ofrecer mis textos… estoy aprendiendo a monetizarlo.
Es aquí donde escribo:
https://instagram.com/memotivamazo?igshi
Me encantaría conocer el valor o tarifa de mis textos. Escribo frases desde mi experiencia y aprendizaje personal y lo publico en Instagram:
@memotivamazo
Hola, totalmente de acuerdo con el autor. La motivación es sumamente importante
y es muy necesaria en cualquier ámbito de nuestra vida, especialmente en el ámbito laboral,
si nos encontramos motivados, damos mejores resultados. Sabemos perfectamente que uno de los impulsos
para que nosotros desarrollemos una identidad con la empresa en donde laboramos, es el
salario. Agradezco mucho al autor por compartir
estos conocimientos.
Me han ofrecido escribir para una publicación donde se sacaría una centena de ejemplares de mi libro y yo tendría supuestamente el 5% de las ventas sobre el PVP más otros ‘items’ que eran peros.
Sin embargo, por el tiempo previo de trabajo no me pagaban, estaba a merced de la editorial y de sus condiciones. Hice unos cálculos y ni llegaba a 600 euros lo que cobraría.
Si me hubieran ofrecido una cantidad decente como anticipo, me habría motivado. Pero sentí que estaba trabajando gratis para un libro que no sé si iba a tener tirada o aceptación.
Necesito trabajar remunerado de inmediato.
No sé adelantar tu tiempo de trabajo gratis es es habitual en este oficio, pero perdía más que ganaba en horas.
Os dejo un enlace a una nueva web de contenidos con beneficios compartidos que estamos montando https://grpo.org/s/buscamos-redactores-moderadores-ideas-genios. Sin comisiones, se comparten beneficios
muy interesante el artículo, la verdad es que si uno tuviera que mirar las horas y la compensación ecoonómica, pues no resultaría cuenta. Creo que la escritura es más que nada algo vocacional, independientemente del dinero que puedas ganar
Birdy,
casi todos los trabajos artísticos son vocacionales. Lo cual no significa que el escritor no tenga derecho a obtener una recompensa económica digna por su trabajo.
Esa idea de que basta con satisfacer la vocación es un pensamiento vicioso, una forma de consolarse por no ganar dinero. La realidad es que la vocación, por muchas satisfaccones que dé, no paga las facturas.
Saludos.
De verdad que no entiendo ese empeño de algunos en censurar a un escritor por intentar ganarse un sueldo escribiendo. Sí, es vocacional, vale. Más que nada, porque teniendo en cuenta las pocas probabilidades de éxito y los tiempos tan dilatados que se manejan, si no hay vocación, es una carrera de corto recorrido. Pero que sea vocacional no está reñido con aspirar a obtener un remuneración, como ocurre con cualquier profesión.
Por ejemplo, ser abogado también debería ser vocacional, sobre todo si uno pretende tener éxito. Ser arquitecto, ser músico, médico, profesor… Mil cosas. ¿Y acaso se censura a alguien porque quiera poder recibir un sueldo por ese servicio que realiza con toda la vocación del mundo?
Ay, qué rabia me da, en serio. 🙁