Los microrrelatos son un tipo de cuentos de extensión mínima que pueden tener incluso una sola línea. Con ellos se pretende contar una historia o una anécdota que contenga todos los elementos de interés, intriga y emoción propios del cuento, pero de manera condensada.
Para escribir un microrrelato piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Algunas ideas para conseguir dotar de brevedad un relato son:
- Que tenga un desenlace rápido, sirviéndonos, por ejemplo, de una palabra extraña, lo cual puede ayudar a la concisión y tener un efecto humorístico.
- Hacer uso de la elipsis.
- Jugar con un lenguaje que posea doble sentido.
- Ubicar elementos familiares dentro de espacios inesperados.
- Situar el texto sin preámbulos dentro de un código o contexto sorpresivo o en desuso.
- Parodiar textos o contextos familiares.
- Hacer uso de la intertextualidad literaria, por ejemplo, citando elementos pertenecientes a textos literarios ya conocidos y confrontándolos con la nueva realidad textual.
Fuente: http://diversificacionsanguesa.blogspot.com.es/