Has finalizado tu novela. Enhorabuena. Han sido meses de trabajo y entrega y ahora por fin puedes dar el trabajo por concluido.
Pero, por satisfecho que estés del resultado final, siempre queda un resquicio de duda. ¿Es mi obra todo lo perfecta que puede ser?, ¿comprenderá el lector de manera adecuada las ideas que he volcado en ella?, ¿he sabido transmitir con claridad y acierto lo que pretendía?
Para resolver esas dudas y asegurarte de que todo lo que hay en tu novela debe estar ahí, como tampoco falta nada, lo mejor es someterla a un proceso de editing.
Qué es el editing
El editing consiste en un proceso por el cual un profesional lee tu novela para sugerirte ideas que puedan mejorar el conjunto de la obra.
El editing no es una corrección de estilo, ni tampoco una corrección ortotipográfica. El editing no va a trabajar a ese nivel, sino que va a estudiar la obra como conjunto, el equilibrio entre sus partes, el desarrollo de los personajes, si el final resulta adecuado o abrupto…
Muchos de vosotros ya sometéis vuestras obras al escrutinio de lectores cero, que os ayudan a identificar problemas de la obra, errores u omisiones que tú como autor no has observado (a pesar de las labores de revisión y reescritura a las que previamente ya deberías haber sometido el texto); o a identificar oportunidades, nuevos giros o situaciones que volverán el argumento más interesante.
El proceso de editing va un poco más allá, porque en su caso esa lectura la realiza un profesional que, además de tener los conocimientos precisos para diseccionar tu obra, tiene la experiencia precisa para hacerlo.
Por supuesto, el profesional que se dedica al editing es también un gran lector, con un bagaje literario que le ayuda a juzgar tu obra no solo en cuanto ella misma, sino también en relación con otros libros y con el corpus literario universal. Porque, como apunta Luis Landero en su novela Entre líneas: el cuento o la vida, «Los libros se aluden unos a otros: se invocan, se refutan, se amplían, tienden entre sí puentes invisibles». El profesional del editing ha recorrido esos puentes y conoce los pasadizos que unen unos libros con otros, por eso su visión resulta tan útil y sus ideas tan acertadas.
Para qué el editing
¿Por qué es recomendable someter tu novela finalizada a un proceso de editing? Sencillamente para convertirla en una novela mejor.
Lo cual no significa que tu novela no sea buena.
Pero al escribir siempre se cometen errores. Pequeñas inconsecuencias o lagunas que pasan inadvertidas aunque releas varias veces el texto: fallos en la línea causal, protagonistas que no tienen toda la vida que debieran, motivaciones que no quedan claras, grietas entre las partes, escenas que sobran y otras que faltan, personajes de relleno…
Como autor resulta imposible tener una visión absolutamente ecuánime de la obra, por más que intentes ser imparcial y juzgar desapasionadamente. Estás tan inmerso en el texto que nunca alcanzas a verlo desde fuera, incluso aunque lo hayas dejado reposar durante un tiempo prudencial.
Por el contrario, el profesional del editing se adentra en tu texto desde cero, con una mirada fresca y atenta que puede identificar no solo fallos, sino también oportunidades para mejorar determinados aspectos de la novela. Esto es especialmente cierto en el caso de escritores noveles, quienes por tener menos experiencia a veces cometéis errores que un profesional señalará sin problema.
Tienes que tener en cuenta que el editing es (o al menos lo era hasta hace poco) una tarea perfectamente normal dentro del proceso de edición de un libro. No es infrecuente que un editor trabaje mano a mano con el autor para mejorar la obra allí donde sea posible. A veces ese editor coincide con la persona que publica el libro (es decir, el empresario que pone el dinero para que el libro vea la luz). Mientras que en otras ocasiones el encargado del editing es un eslabón más en la cadena de valor del libro, al que se suele denominar editor de mesa.
Grandes escritores que dieron a luz grandes obras colaboraron con excelentes editores que les brindaron su ayuda para que sus textos se convirtieran en esas obras maestras que hoy todos admiramos. Ese es el caso de Thomas Wolfe y Max Perkins; de Raymond Carver y Gordon Lish; o de T. S. Eliot y Ezra Pound, entre muchas otras colaboraciones literarias fructíferas.
Entre el autor y la persona encargada del editing de su obra se suele establecer una colaboración cercana, directa y cordial, basada en la confianza y en el deseo que tienen ambas partes de que la obra sea excelente.
¿Le hace falta editing a tu novela?
Lo primero que debes saber es que superar un proceso de editing no es imprescindible para tu novela. Como sí lo es, sin embargo, que pase una buena corrección de estilo y ortotipográfica.
No obstante, el editing, por todo lo que acabamos de mencionar, sí es recomendable. Precisamente porque está encaminado a mejorar la obra. Y ese es el motivo porque el que por lo general ha formado parte del proceso editorial de un libro, proceso que consiste en convertir el texto del autor en el producto más perfecto posible a todos los niveles: maquetación, corrección, diseño de portada, formatos, etc.
Te estarás diciendo: ¿pero si mi libro ya va a pasar un proceso de editing antes de ser publicado, por qué tendría que invertir yo esfuerzo y dinero en ello?
Si para publicar tu libro optas por la edición tradicional, puede que tu novela sí pase por las manos de un editor de mesa. Sin embargo, por desgracia ese es un eslabón de la cadena de valor del libro que se omite cada vez más a menudo.
En estos tiempos de pocos lectores, pocas ventas, poca rentabilidad y persecución denodada del beneficio, muchos editores prescinden de las labores de un editor de mesa que colabore mano a mano con el autor. Con frecuencia también se prescinde de una buena corrección, como muchos lectores sabemos. El archivo que el autor hace llegar al editor va directamente, casi sin ningún cambio, a imprenta o se convierte en formato electrónico.
Esto sucede muy a menudo en las pequeñas editoriales, pero con frecuencia también sucede en los grandes grupos. Si bien es cierto que estos últimos sí pueden contar con un editor de mesa que trabaje con el escritor aunque, como veremos después, lo hace de manera mucho más intervencionista.
De manera que aunque optes por la edición tradicional puede que tu obra nunca pase un proceso de editing. De modo que si ya lo lleva hecho, tanto mejor, porque te aseguras de que ese libro que un día llegará a las manos de los lectores es lo más perfecto que puede ser. Sin contar que una obra que ya ha pasado por un buen editing tiene muchas más posibilidades de llamar la atención de un editor, lo que multiplica las posibilidades de que tu original sea aceptado.
Pero si vas a autopublicar es evidente que tu obra nunca pasará un proceso de editing si tú no te ocupas de ello.
En la autopublicación sí que es habitual que el archivo original del escritor acabe directamente en Amazon, sin ningún tipo de corrección y menos un editing. El resultado son libros de una calidad dudosa a cambio de los cuales pides al lector su tiempo y su dinero.
Cuando tú eres tu propio editor, tu reputación como autor está en juego. Y cada pequeña inversión que hagas en tus libros mejorará la percepción que de ti tiene el lector y sus ganas de repetir la experiencia contigo y comprar más libros tuyos.
No hay mejor marketing que una obra impecable.
El editing mejora, no altera
La reticencia de los autores ante la idea de someter vuestras obras a un proceso de editing proviene del hecho de que no deseáis que nadie intervenga en la obra y la modifique o la cambie.
Seguro que todos habéis escuchado historias de autores coaccionados por sus editores para que alteraran sustancialmente sus novelas antes de ser publicadas. Lamentablemente esto es cierto y sucede a menudo en la publicación tradicional.
El editor propone cambios que conviertan la obra en una obra más comercial (antes que más literaria). Intenta homogeneizarla para que se adapte y se convierta en un ladrillo más del muro de las novedades o del género de moda esa temporada.
Este es un comportamiento excusable, puesto que el editor es un empresario que tiene que asegurar la rentabilidad y la supervivencia de su negocio. Sin embargo puede resultar muy doloroso para el escritor, que ve su obra desfigurada y convertida en un engendro que no puede reconocer.
El problema es que en este caso la relación entre el autor y el editor de mesa es vertical. El editor se sitúa en una posición de superioridad y el escritor puede sentir que si no acepta los cambios propuestos corre el riesgo de perder su oportunidad de publicar.
Cuando encargas el proceso de editing a un profesional, este no va a hacer nada que tú no desees. Sugerirá cambios, siempre argumentados, pero tú siempre tendrás la última palabra sobre si finalmente los aplicarás o no.
En este caso, el profesional tampoco alterará la obra para que sea más comercial (a menos que tú así lo desees). Porque este editor trabaja para ti, no para el mercado, por eso está en una posición diferente, que le permite abordar el texto con respeto hacia la palabra escrita, hacia la historia relatada y, por supuesto, hacia ti como autor.
Si deseas volver tu novela más comercial, el editor podrá ayudarte. Lo mismo que si pretendes hacerla más literaria.
Cuándo hacer el editing
De acuerdo, te hemos convencido y estás decidido a que tu novela pase por un proceso de editing. ¿Cuándo es el momento de hacerlo?
Pues bien, la labor de editing solo debe hacerse con el borrador definitivo, el que tú has dado por bueno, considerando que ya está listo para los ojos del lector.
Lo normal es que ese original haya pasado por varias lecturas, revisiones y reescrituras de tu mano. Es decir, no es un primer borrador que todavía requiere bastante trabajo por tu parte. Por el contrario es ya el texto definitivo.
Si te paras a pensarlo no tiene mucho sentido someter un texto todavía en proceso a una labor de editing. En ese texto todavía vas a querer cambiar, quitar o añadir muchas cosas. Si en ese momento lo entregas a un editor de mesa corres el riesgo de acabar ejecutando las ideas que él te dé en lugar de las tuyas propias.
Mientras que con el texto definitivo es menos probable que eso suceda porque tienes el texto completo y acabado ante ti y serás más capaz de discernir si las propuestas que te hace el editor mejoran tu novela o, por el contrario, la cambian o la desfiguran.
Por tanto, con el texto ya finalizado será el momento de comenzar la colaboración con un editor que te ayude a mejorarlo, puliendo posibles defectos o potenciando aciertos que puedan haber quedado poco desarrollados.
A partir de ahí empieza el trabajo colaborativo, donde, juntos, estudiáis las propuestas y posibles soluciones y modos de hacer para incorporar (o no) los cambios al texto. Si necesitas nuevas lecturas de la obra ya modificada, también puedes tenerlas.
Lo mejor del editing es que la mirada externa sobre tu obra que te ofrece no solo te ayuda a mejorar la novela sobre la que se trabaja, sino que te enseña mucho sobre tu escritura, tu estilo y tu manera de crear: vicios, virtudes, tics, características… Así aprenderás una multitud de cosas que podrás aplicar a futuros trabajos.
¿Has sometido alguna de tus obras a un proceso de editing?, ¿cómo fue la experiencia? ¿Tienes dudas sobre el mismo? El turno de preguntas y respuestas se abre en los comentarios.
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Hola, mandé mi novela para hacer un editing. El corrector, que se encargó, me dijo que a la vez haría corrección de estilo y ortotipográfica. Ahora que estoy intentando mejorar las sugerencias que ma ha dado, me encuentro frases que me ha cambiado y quedan un poco sin sentido y por otro lado bastantes faltas sin corregir. Es normal? O he tenido mal ojo en elegir al corrector? Un saludo y gracias.
Hola, Joaquín:
No podemos opinar sobre el trabajo de otros profesionales. Podemos simplemente contarte cómo lo hacemos nosotros.
En nuestras Tutorías no hacemos nunca corrección de estilo ni ortotipogrfica, precisamente porque nos enfocamos en el aspecto literario de la obra. Mientras que para hacer una corrección es preciso poner los cinco sentidos en detectar faltas de ortografía y gramaticales, frases oscuras, etc.
Sin embargo, y meramente a título ilustrativo, sí que solemos corregir las primeras páginas de la obra para que el autor sea consciente de las faltas que suele cometer y pueda enmendarlas.
En nuestro caso, la corrección de estilo y ortotipográfica puede contratarse a parte. Y acostumbramos a hacer dos lecturas del texto para asegurarnos de detectar el mayor número posible de errores.
Saludos.
Cuanto sale esa revisión para una novela de casi 200 páginas de Word?
Hola, maría:
El precio varía en función del número de palabras del texto (no del número de páginas). En este enlace puedes ver los precios: https://www.sinjania.com/tutoria-de-proyectos-narrativos/
Saludos.
Yo escribí seis libros y todos pasaron por la corrección de estilo, y de editing, me ayudó y aprendí mucho aunque también he estudiado maestría en novela, pero aprendí más con la corrección, por lo que recomiendo hacerlo y más si es un principiante.