Cómo alcanzar tu sueño de ser escritor

Tienes un sueño: el sueño de ser escritor.

Es un sueño que quizá nunca has confesado a nadie. Tal vez ni a ti mismo. Pero, aunque no hayas articulado ese sueño de manera consciente, aunque no te hayas dado permiso para desearlo, lo cierto es que quieres ser escritor: dedicar tiempo a la escritura, sumergirte en ella para crear al menos una obra perdurable y entregársela después a los lectores, para que ellos le den vida a lo que, de otro modo, son solo palabras.

El sueño de ser escritor vive en ti. Según el día te permites tenerlo o no.

A veces brota con fuerza, es como un aldabonazo en tu alma. A veces tratas de sofocarlo y te dices que es muy difícil, que no merece la pena intentarlo, que tu vida parece ir por otros derroteros… y esa larga serie de razonamientos que seguramente conoces bien.

Y es cierto, alcanzar un sueño es siempre difícil. No exclusivamente el sueño de ser escritor, sino cualquier otro. Porque alcanzar un sueño, un objetivo, una meta, exige siempre esfuerzo, aprendizaje, fe, compromiso, perseverancia, optimismo… Y no durante un único día, ni durante una semana ni durante un mes: exige todo ello para siempre.

Sin embargo, alcanzar tu sueño de ser escritor es posible. Hoy queremos darte cuatro claves concretas para que comiences a andar el camino que te va a llevar a tu meta, acallando esa voz interior que te dice que no puede ser, que en el fondo nunca lo lograrás.

Tu sueño de ser escritor debe ser genuino

¿Por qué escribes?, ¿por qué quieres ser escritor? Responde con total honestidad a estas preguntas.

Para alcanzar tu sueño de ser escritor tu deseo debería ser genuino, brotar de lo más íntimo de ti. La escritura debe ser en ti como un manantial que brota y que nada puede cegar; incluso aunque no quisieras, no podrías dejar de escribir.

Si escribes porque deseas fama, dinero o reconocimiento, si escribes porque está de moda o porque alguien te insta a ello es muy probable que antes o después te falte la motivación para perseverar en la consecución de tu objetivo. No significa esto que no puedas desear alcanzar la fama o el éxito económico por medio de la escritura. Son aspiraciones legítimas. Pero incluso aunque esas aspiraciones tengan un peso, no deberían ser el motor principal que te mueva.

Antes bien, ese éxito viene como consecuencia de tener una misión más profunda, más ligada a tu propia esencia, a lo que tú eres y a lo que buscas transmitir con tu obra. Es decir, no es el dinero o la fama lo que te impulsan a escribir. Tu deseo es otro: crear una obra de arte, dejar un legado que te trascienda, compartir una idea, una visión, una manera de ver el mundo, entretener a otros… Trabajando en pos de esa idea es cómo sobrevendrán también el reconocimiento y el éxito económico.

De modo que tu sueño de ser escritor debe ser genuino, pero ¿cómo saber si lo es?

Sabrás que tu sueño de ser escritor es genuino si para alcanzarlo estás dispuesto a hacer cualquier cosa, excepto aquello que vaya en contra de tus principios o en contra de terceras personas. Porque es casi seguro que para alcanzar tu sueño vas a tener que hacer muchas cosas que ahora mismo te parecen difíciles o ásperas, cosas que van a sacudir tu placidez y a arrastrarte fuera de tu zona de confort. Si no estás dispuesto a ello, tu anhelo no tiene unos cimientos fuertes.

Sabrás que tu sueño de ser escritor es genuino si para alcanzarlo no pones condiciones. Si no te dices: «Lo intentaría si tuviera la seguridad de que de verdad soy bueno/esta idea merece la pena», «Lo intentaría si tuviera la certeza de que llegaré a firmar con una gran editorial y a tener miles de lectores», «Lo intentaría si no tuviera que esforzarme demasiado, aprender cosas nuevas, cambiar mis costumbres»…

Sabrás que tu sueño de ser escritor es genuino si tu deseo no depende de tu nivel de motivación, e incluso en aquellos días en los que no te sientes con fuerzas te pones en marcha. Es más, cuando tu deseo es genuino él es la dinamo de tu motivación, te ayuda a mantener estable el impulso y tira de ti en los momentos de cansancio, duda o pereza.

Si estás dispuesto a hacer cualquier cosa, no pones condiciones y tu deseo de cumplirlo es la fuente de tu motivación, entonces tu sueño de ser escritor es genuino.

Articula tu sueño

Puede parecer algo superfluo, pero un paso importante para alcanzar nuestros sueños y metas es articularlos de manera correcta y coherente.

Desde luego, tu sueño es ser escritor. Pero ¿lo has expresado alguna vez con claridad?, ¿te has detenido a pensar por qué quieres serlo, cuál es el origen de ese deseo? ¿Has sopesado lo que implica alcanzar ese sueño?, ¿lo que tienes que hacer para cumplirlo y cómo cambiará tu vida cuando lo logres? Probablemente no.

Es común que pensemos en nuestras metas de manera abstracta, más que pensamientos son pálpitos, fogonazos imprecisos, sensaciones de anhelo… No son pensamientos correctamente articulados, construidos con frases completas bien estructuradas.

Por eso el primer paso para alcanzar tu sueño de ser escritor es articularlo de forma correcta. Desarrollarlo con amplitud y detalle, matizarlo y darle cuerpo. ¿Cómo puedes hacerlo? De la manera más sencilla para un escritor: escribiendo.

Cuando escribes tus ideas, automáticamente centras en ellas toda tu atención. Es prácticamente imposible poner por escrito una idea al tiempo que se piensa en otra cosa. Por eso la escritura es una herramienta de concentración y visualización tan poderosa.

Al escribir tu sueño, liberas espacio mental: todas tus ideas están ahora en un documento sobre el que podrás volver cuando lo necesites para refrescar tu motivación. Si estableces la rutina de releer ese documento de manera periódica te mantendrás conectado con tu sueño, memorizarás algunas de sus frases para repetírtelas a diario como mantras y no perder de vista por qué te esfuerzas y, además, podrás medir tus progresos.

Porque debes aprovechar que vas a dedicar algo de tiempo a reflexionar sobre tu meta y a ponerla por escrito para definir un plan que te lleve hasta ella. Piensa: ¿qué es lo que deberías hacer cada día para alcanzar tu sueño de ser escritor?, ¿hay algo que necesites aprender o en lo que debas mejorar?, ¿cómo debería ser tu vida, tus días, para que alcanzar ese sueño sea viable?

Al escribir, vas a ordenar tus ideas y, al hacerlo, se te ocurrirán nuevas posibilidades para materializar tu sueño. También comprenderás cuáles son los pasos que debes dar para lograrlo. Y el texto que escribas será un recordatorio perenne para que nunca lo olvides.

Si necesitas ayuda para articular tu sueño, empieza hoy mismo el Curso de Productividad para Escritores. En él aprenderás cómo establecer tus objetivos de manera tanto inteligente como eficaz y cómo crear tu propia hoja de ruta para que te lleve a ellos. Por fin sabrás cómo alcanzar todo lo que te propongas y organizar tu día a día para tener tiempo para escribir y gestionar tu carrera de escritor.

Protege tu sueño

Los sueños implican casi siempre grandes esperanzas. Son aspiraciones que a nosotros mismos nos parecen difíciles de alcanzar. Cuando ese sueño implica además un trabajo creativo, como lo es la escritura, nuestro entorno puede mostrarse muy hostil a nuestros sueños. Ya hablamos en otra ocasión sobre la cara oculta de la creatividad.

Por eso debes protegerlo. No compartas tus objetivos con cualquiera, especialmente con aquellas personas que no creen en ti, que no creen que lo puedas lograr, que se burlan de tus sueños o tratan de disuadirte de que ni tan siquiera lo intentes.

Esas personas pueden actuar como cajas de resonancia para tus propios pensamientos limitantes, hacer que estos cobren cuerpo y empujarte a creer que eso que te dicen es la verdad y que ciertamente no es posible que alcances tu sueño de ser escritor.

Combatir las creencias de esas personas y combatir tus propios pensamientos limitantes va a drenarte la energía que necesitas para trabajar día a día en cumplir tus objetivos. Por eso es mejor no compartir tus metas con según qué personas.

Aun así es inevitable que en algún momento recibas la opinión negativa de alguien con quien te hayas decidido a compartir tu sueño. Alguien que te dirá que lo que pretendes es imposible, que no tienes el talento necesario, que ser escritor no está al alcance de alguien como tú…

En esa situación, no te limites a creer las palabras de esa persona, antes bien pregúntate: ¿tiene alguna experiencia en la que se basa su opinión?, ¿ha intentado algo parecido en alguna ocasión?, ¿es una persona que ha perseguido sus sueños o es alguien que ha renunciado a ellos por considerarlos imposibles?

A menudo los demás personifican en nosotros sus propias frustraciones: como ellos no alcanzaron lo que deseaban, consideran que nadie puede hacerlo; como ellos no trabajaron por conseguir sus sueños, tratan —casi siempre de manera inconsciente—de que los demás hagan lo mismo, porque el hecho de que alguien persevere, trabaje y alcance sus metas es un doloroso recordatorio de lo que ellos podrían haber conseguido si se hubieran esforzado.

Si la persona que te brinda su opinión tiene experiencia en el ámbito de la escritura o es alguien que sí intentó alcanzar sus sueños (incluso aunque no lo lograra), puedes darle crédito. Lo cual no significa que creas a pies juntillas su admonición de que no lo lograrás. Entabla un diálogo, seguro que puede aportarte ideas útiles, señalarte errores en los que cayó y que tú podrás evitar y en general darte buenos consejos.

No obstante, también es recomendable que busques referentes que te puedan servir de ejemplo. Escritores que han afrontado retos y han luchado para dar a luz sus obras. Por ejemplo, puedes ver alguna de estas películas basadas en la vida de escritores de todos conocidos. Podrás ver las dificultades que arrostraron, cómo eran sus procesos creativos, quiénes fueron sus apoyos…

Ellos lo lograron y tú también lo harás.

Sé tu propio motivador

Cuando te embarcas en una empresa ambiciosa, cuando trabajas denodadamente para alcanzar tu objetivo y convertir en realidad tu sueño de ser escritor, sentir desánimo a veces es normal.

Puedes caer en la tentación de creer que, si no has alcanzado tu objetivo a la primera, nunca lo alcanzarás. Puedes dar pábulo a esos insidiosos pensamientos negativos que tu voz interior te susurra de continuo, sobre todo cuando estás cansado o algo no ha salido como esperabas. No lo hagas, recuerda que esos pensamientos surgen de tu cerebro tratando de mantenerte en tu zona de confort para, así, mantenerte a salvo. Tu cerebro no desea que alcances tus sueños, tu cerebro simplemente quiere que te mantengas allí donde no hay amenazas.

Además, para alcanzar tu sueño vas a tener que, necesariamente, instaurar nuevas rutinas y hábitos, aprender cosas nuevas… lo que también va a exigir de ti esfuerzo y foco.

En resumen, para alcanzar tu sueño de ser escritor vas a tener que hacer lo que nunca habías hecho antes. Por eso tienes que estar dispuesto a ser tu mayor motivador y presionarte en ocasiones para hacer lo que tienes que hacer.

La motivación no va a venir de fuera. Tiene que venir de ti, porque la meta de ser escritor te la has puesto tú.

Sé para ti como un entrenador exigente, inflexible, que te inste a esforzarte y a dar lo mejor de ti. Pero hazlo con respeto y compasión por ti mismo, ten siempre presente cuál es tu deseo ardiente y cómo te sentirías si dejaras este mundo sin haberlo logrado. Recuerda también que, si perseveras, cada día estarás dando un paso que te acerque a tu meta y ese hecho ya es en sí mismo una recompensa, un pequeño anticipo de la felicidad que lograrás cuando la alcances.

Demostrarte cada día que estás dispuesto a dar lo mejor de ti te hará sentir bien y te dará energía para seguir adelante hasta triunfar.

Porque vas a hacerlo. Vas a alcanzar tu sueño de ser escritor.

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7 COMENTARIOS


Otros artículos:

  • Yo llevo años leyendo, escribí una historia me llevo un año escribirla. Un lugar real pero elementos ficticio y reales adaptado a la época de la historia. Cómo me puedes ayudar a compartir esta historia.

  • tengo un solo camino, el diablo o yo: decido por yo.
    yo comprometido a vivir de escritor. es vocación, oficio, profesión, modo de vivir, existir, necesidad y terquedad, escribir me ama. aprendo, escribir me ama. amo escribir pues intuitivo, emocionado, nervioso, excitado y en tercera edad comienzo de aprendiz a redactar, desafiarme a escribir y leer, disciplinarme en hábitos de mi vida nunca ejercitados.
    agradecido les saludo alfonso.v.b.m.

  • Muy buen artículo. Los que soñamos con ser escritores sabemos que nos enfrentamos a un camino arduo, pero tampoco podemos vivir conformes con no hacer nada. Creo que esa insatisfacción pesa más que tomar la pluma. Hubiese querido empezar antes, sin embargo, aún estoy a tiempo. ¡Buenas letras!

  • Fantástico artículo motivador.
    Me parece muy interesante lo que habéis mencionado de autoanalizarse para saber si vas por el camino adecuado en la consecución de objetivos y si hay algo que aprender nuevo para lograrlo. Gracias.

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