Aunque no se debe juzgar un libro por la portada, lo normal es que lo hagamos.
Por ello un buen diseño de portada es fundamental para atraer la atención del lector hacia tu obra e invitarle a hojear sus páginas. Después, la calidad de tu prosa hará el resto.
Pero sin una portada atractiva, ese primer contacto tal vez nunca tenga lugar.
En este artículo te mostraremos el proceso paso a paso para crear una portada profesional.
Por qué crear una portada profesional es importante
Ten en cuenta que la portada es lo que hará destacar tu libro entre todos los demás en la mesa de novedades de una librería o entre el resto de títulos en las librerías online.
Es un elemento más que va a ayudar a convencer a tu lector en tu página de venta, porque la portada es un elemento más de marketing. Por eso las empresas cuidan tanto el diseño y el packaging de sus productos.
También va a captar miradas en las redes sociales, en las webs de reseñas y en todos aquellos lugares donde hables de tu libro o lo promociones.
Además, el diseño de portada de tu libro habla de ti como profesional. Una portada descuidada o claramente amateur causa, incluso a nivel inconsciente, una mala impresión al lector. Este piensa automáticamente que todo en el libro va a estar a ese nivel «de andar por casa» y no se tomará la molestia de echar un ojo a la sinopsis o de leer algunos fragmentos del interior para decidir si esa puede ser su próxima lectura.
Por ello, admite un consejo preliminar: valora la posibilidad de contratar a un diseñador profesional.
Resulta evidente, pero pocos escritores autoeditados se deciden por contratar los servicios de profesionales.
Sin embargo, un estudio demuestra que contratar a un diseñador para crear una portada profesional aumenta las ventas.
Un diseñador tiene acceso a bancos de imágenes de pago, maneja las herramientas de maquetación y diseño, conoce miles de fuentes tipográficas y su experiencia le permitirá dar con la portada más adecuada para tu libro según su género y argumento.
Sus tarifas son asumibles y puedes considerarlas como una inversión.
Algunas ideas básicas sobre crear una portada
Lo primero que tienes que tener claro es que el diseño de tu portada tiene que estar relacionado con el texto.
Como autor tú conoces mejor que nadie el argumento de tu libro, su tema, y te resultará sencillo idear un concepto que lo represente.
Ten muy presente ese concepto a la hora de elegir imágenes, tipografías o el texto de la contraportada. Si optas por contratar a un diseñador profesional, pásale tus ideas porque le serán muy útiles a la hora de orientarse y crear la mejor portada para tu libro.

El diseño incluye la portada en sí: por lo general llevará una imagen o una ilustración (aunque no tiene por qué, existen diseños muy elegantes compuestos a partir de solo texto y colores sólidos o tramas como fondo). También debe incorporar el título del libro, el nombre del autor y, si la hubiera, el nombre y logo de la editorial.
El diseño también incluye la contraportada, a menudo olvidada por muchos escritores que realizan sus primeras portadas.
La contraportada debe continuar el concepto de diseño utilizado en la portada en cuanto a colores e imágenes (si las tuviera). E incluir un texto que invite a la lectura y haga que el lector desee abrir el libro y degustar algunas líneas.
En la contraportada también va el código de barras y en ocasiones de nuevo el nombre de la editorial o el título de la colección, aunque si estás realizando el diseño de un libro autopublicado probablemente no incluirás estos elementos.
Con esta base asentada, es momento de que te demos algunas ideas por si quieres intentar tú mismo crear una portada profesional.
Paso 1: Investiga
Emplea algo de tiempo en revisar las cubiertas de libros que hayan sido publicados en el último par de años. Así te empaparás de las tendencias actuales en el diseño de portadas.
Céntrate especialmente en aquellos títulos que son semejantes a tu novela en cuanto a género, grupo de edad de los lectores, etc. Elige las que más te gusten.
A continuación, toma nota de los aspectos clave de cada portada elegida: colores, tipos de letra, imágenes e ilustraciones o disposición de los diferentes elementos.
Tras este proceso, ya deberías tener una idea clara de lo que deseas para tu portada y puedes empezar a trabajar.
Paso 2: Imágenes

Nuestra recomendación es que acudas a un banco de imágenes profesional de pago. De esta manera contarás con más imágenes a tu disposición, te asegurarás de no infringir derechos de autor y, además, obtendrás imágenes de mucha mejor calidad.
No te limites a copiar cualquier imagen que encuentres en internet. Puedes estar violando derechos de autor o encontrarte con una imagen de mala calidad que arruine tu diseño.
Vemos a menudo libros con imágenes sin la suficiente resolución. También libros en los que las imágenes han sido deformadas (estiradas en sentido vertical u horizontal) para que encajen en el diseño. No cometas ese error.
Paso 3: Tipografía
Los no profesionales del diseño tienden a subestimar la importancia de la tipografía. Sin embargo, es un elemento clave en el diseño de una portada.
El tipo de fuente que utilices debe complementar la imagen y al tiempo reflejar y reforzar el tono y el estilo de la novela.
Por ejemplo, una fuente en cursiva, que imite la escritura cancilleresca, se adapta perfectamente a una novela de ficción histórica, pero desentonaría para la portada de un libro sobre deportes.
Para ampliar información, échale a un vistazo al artículo sobre cómo elegir las fuentes al diseñar tu libro. Y, sobre todo, no olvides que la letra debe ser legible. No elijas una letra muy bonita pero que dificulte la lectura.
Tras el paso uno, ya deberías tener en mente qué tipo de fuente es apropiada para tu libro. Solo resta buscar fundiciones tipográficas en internet hasta dar con la que más se asemeje. Ten presente que muchas fundiciones son de pago pero, nuevamente, debes verlo como una inversión.
Paso 4: Juega con los elementos básicos

Ahora que ya has elegido las imágenes y la tipografía que utilizarás para crear tu portada tienes que pensar cómo jugarás con ellas para utilizarlas de la manera más interesante.
Toma nota de algunos conceptos básicos que debes manejar antes de ponerte con tu diseño.
Contraste
Los elementos de tu portada deben contrastar entre sí para llamar la atención. Juega con los grosores y tamaños de las letras que aparecen en la portada para crear efectos atractivos. Existen dos tipos de contraste: el contraste de peso y el contraste de tamaño.
El contraste de tamaño consiste básicamente en jugar con los tamaños de las letras o tipografías. Aumenta el tamaño de las fuentes o elige tipografías de diferentes tamaños para crear focos de atención: por ejemplo, puedes destacar el título o una palabra relevante del mismo.
Por su parte, el peso se refiere a el grosor de los trazos que forman cada letra de una fuente. Dentro de una familia de fuentes puede haber varios tipos de peso asociados: light, regular, medium, bold. Para crear contrastes de peso deberás igualmente crear focos: aumenta el peso del título o aligera el del autor.
Repetición
Repite elementos visuales en la composición de una portada de un libro, permitiendo que ésta adquiera fuerza y entidad. Por ejemplo, puedes repetir la tipografía usada con el título del libro para el nombre del autor, o usar el mismo color en los diferentes elementos de portada y contraportada.
Alineación
Al alinear determinadas secciones de portada y contraportada conseguirás una imagen armoniosa. Cada elemento tiene que tener alguna conexión visual con otro elemento de su entorno.
Por ejemplo, agrupa título y autor en un área, nombre de la editorial y colección en otra, opiniones de lectores o críticos en otra. Como verás es otra manera, de crear diferentes focos de atención. Eso sí, trata de que el título y el autor sean siempre los focos principales.
Proximidad
Como hemos visto en el punto anterior, los elementos de una portada relacionados entre sí deberían estar próximos unos a otros. Cuando esto sucede, se convierten en una unidad visual más que en unidades separadas.
Al usar este recurso contribuyes a que la estructura de la portada sea clara y concisa.
Paso 5: No te olvides de la contraportada
Si has logrado captar la atención de un lector con tu portada el siguiente gesto de este será darle la vuelta al libro.
En ese momento te concederá de diez a quince segundos para que le convenzas de comprar tu libro. Lo que le cuentes de él y cómo se lo cuentes pueden marcar la diferencia entre que se decida a llevárselo a su casa o prefiera devolverlo a la estantería de la que lo cogió.
Por eso veremos a continuación algunas pistas que te ayudarán.
Prepara una contraportada
Empecemos por lo obvio: prepara una contraportada. Muchos autores dejan en blanco la contraportada a pesar de que es un elemento fundamental para atraer al lector.
No abrumes con texto
No incluyas demasiado texto, el lector lo abandonará sin terminar de leerlo. Procura no exceder las setenta palabras y elígelas tratando de crear una emoción a la vez que interesar al lector en el contenido del libro.
Solo lo esencial
No incluyas materiales superfluos que distraigan la atención del lector, como fotografías o la biografía del autor. La biografía es mejor incluirla en la solapa, reservando la contraportada para hablar del libro.
En la contraportada bastará con incluir el nombre del autor y un par de líneas con algún aspecto relevante como otros títulos publicados o algún premio recibido.
El título ya está en la portada
No incluyas el título del libro. El lector acaba de leerlo y probablemente es uno de los motivos por los que continúa con el libro en la mano.
Prueba en su lugar a resaltar alguna frase que sirva de gancho. Algo que aluda a lo que el lector podrá encontrar en el libro: suspense, romance, acción, poesía…
Las opiniones cuentan
Incluye si puedes algún testimonio que refrende lo que cuentas del libro. Sobra decir que debe ser verdadero.
Y el diseño, más
Crea un diseño atractivo, que mantenga la línea del que hayas usado para la portada en cuanto a colores y tipografía.
Ocúpate en persona de preparar el texto que quieras incluir, incluso si optas por contratar los servicios de un diseñador profesional.
Paso 6: Testea
Aunque resulte trabajoso, intenta crear tres portadas diferentes. A continuación, reúne un grupo de al menos tres lectores habituales del género en el que se englobe tu novela y preséntales tus creaciones.
Sobra decir que debes ser receptivo a sus sugerencias. Escucha sus opiniones, puede que se decanten claramente por alguno de los diseños, puede que les atraigan diferentes elementos de cada propuesta: la tipografía de una, el color de otra… Trata de reunir los elementos que les han gustado en una nueva propuesta. Al final, darás con la portada perfecta.
Como has visto con estos consejos, tener un buen diseño de portada (y contraportada) es esencial para la vida de tu libro. Si el aspecto externo de tu novela consigue «entrar por los ojos» al lector, ten por seguro que contribuirá notablemente a su éxito.
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Publicaciones como esta hacen creer que cualquiera puede crear de forma correcta y óptima una publicación o una publicidad, algo que a muchos nos ha costado tiempo, esfuerzo y dedicación. Esto solo hace que la profesión de diseñador gráfico sea cada vez más subvalorada y por ende peor paga.
Muchas gracias!!!!
Disculpa, Na, pero al comienzo del artículo epecificamos:
Saludos.
Estoy escribiendo mi libro y al mismo tiempo pensando y diseñando mentalmente la portada y contraportada.
Muchas gracias por los consejos y espero que sigamos en contacto.
Muchísimas gracias por tus los buenos consejos que ofreceis,Saludos cordiales.
[…] Fuente http://www.sinjania.com […]
Excelentes consejos, especialmente para escritores noveles que tienen su manuscrito pero aún no saben qué pasos seguir en el mundo editorial. La autoedición es una gran alternativa para nombres desconocidos, más trabajosa que acceder directamente a la editorial, pero cuando sale bien es un logro gigante. Gracias por compartir estos consejos. Enhorabuena por tu blog.
Hola