Muchos de vosotros aspiráis a convertiros en «escritores profesionales»: dedicaros a la escritura a tiempo completo, publicar un libro tras otro y desarrollar una carrera literaria. Sin embargo, a muchos tal aspiración os parece inalcanzable, casi un sueño imposible. No lo es. Desarrollar una carrera de escritor próspera es una mera cuestión de plantearse objetivos y dar los pasos necesarios para alcanzarlos. Como esos pasos son acciones concretas que hay que hacer día a día, la productividad tiene un peso importante.
Por eso hemos consultado con Iago Fraga, experto en productividad empresarial y personal, al que cedemos la palabra para que sea él quien te cuente algunas tácticas que pueden servirte para mejorar tu productividad y así alcanzar tus objetivos. Iago te propone algunos ejercicios prácticos, así que no te lo pierdas.
«Todas las cosas son imposibles, mientras lo parecen», una frase de Concepción Arenal que no puede encajar mejor en el artículo de hoy.
Hola, soy Iago Fraga, consultor, mentor y formador en productividad. Mi objetivo es que encuentres la ayuda necesaria para ser más productivo y eficaz. Hoy te quiero mostrar que realmente sí puedes lograr aquello que te propones, es decir, tu objetivo. Soy consciente de que tu sueño es usar la productividad para ser escritor/a, pero lo cierto es que lo que vengo a explicar hoy se puede aplicar a cualquiera que sea tu objetivo.
Como ya te habrás imaginado, vengo a hablar de cómo usar la productividad para alcanzar tus metas, te voy a mostrar lo que sé no solo apoyado en teoría, sino también en experiencias.
Antes de empezar, quiero que sepas que no vas a encontrar la solución, pero sí las herramientas. Lograr tus objetivos requiere esfuerzo, y mucho, pero verás que ese esfuerzo puede no ser tan grande a través de la motivación.
Sigue leyendo porque creo que te gustará.
Voy a empezar desde el punto cero, es decir, desde cómo plasmar tu idea y definirla correctamente, hasta los pasos necesarios para pasarla al plano material.
Tu objetivo, un ejercicio práctico
Vamos a saltarnos la parte de definir tu objetivo porque tienes claro que tu objetivo es ser escritor o escritora.
Entonces, pregúntate, ¿qué estoy haciendo ahora mismo para lograrlo?
Para ello te recomiendo que dividas un papel en cuatro cuadrados.
- En la parte superior izquierda escribe tu objetivo: «Ser escritor/a», o quizás «Vivir de escribir». (Ojo, no es lo mismo y las claves para lograrlo pueden ser distintas).
- En la parte superior derecha, escribe las claves principales para lograr tu objetivo: escribir al menos un libro, publicar en una editorial relevante, promocionarte, destacar en X género… (Son solo ejemplos, escribe los que creas necesarios).
- Parte inferior izquierda: defínete, ¿en qué inviertes tu tiempo? ¿Qué haces actualmente para alcanzar tu objetivo?
- Parte inferior derecha: quiero que escribas qué conseguirás al final de este año si sigues invirtiendo tu tiempo en lo que estás haciendo en el presente (cuadrado inferior izquierdo).
Aquí te dejo un ejemplo visual muy claro. Por si doy lugar a dudas, repito que lo debes adaptar a ti, con las claves que consideras necesarias para alcanzar tu objetivo.
Ahora quiero que te preguntes, ¿crees que con la trayectoria que sigues ahora mismo lo conseguirás?
Ya sé que esto no son matemáticas, pero plantéate: si hago X en un año, ¿cuánto haré en tres años? ¿Será suficiente para alcanzar mi objetivo?
Quiero que te sinceres. Si engañas a alguien, únicamente va a ser a ti.
La cosa es, ¿tiene coherencia? Con lo que conseguirás al final de este año y a tu ritmo actual, ¿serás capaz de convertirte en escritor en el tiempo que prevés?
Crea subobjetivos, otro ejercicio práctico
Te propongo otro objetivo. Prometo que no te llevará mucho.
Recicla el cuadro anterior y deja los dos cuadros superiores como están. En la parte inferior derecha define los subobjetivos que deberías alcanzar al final de este año. Y en la parte inferior izquierda, lo que deberías estar haciendo desde YA para alcanzar esos subobjetivos al final de este año.
Haz que tu idea pase de un plano abstracto a uno material. Esto es realmente un plan de acción y para seguirlo ha de motivarte.
Lo cual nos conduce directamente al siguiente apartado.
La motivación
No existen hijas sin madres, ¿verdad? Ni gallinas sin huevos. Con la motivación sucede exactamente lo mismo: sin ella, adiós objetivos. La motivación es tu energía y se plasmará en todo aquello que hagas.
Como esto va de escribir, voy a hablar de la motivación a través de algunas frases célebres de auténticas pioneras.
El éxito no es para los que nunca fallan, sino para aquellos que nunca se dan por vencidos.
Simone de Beauvoir
Una de las claves básicas para motivarte es que te interese alcanzar tu objetivo, y me imagino que, si estás leyendo mis palabras ahora mismo en el blog de Sinjania, crees realmente en aquello que quieres conseguir.
Ten siempre presente tu objetivo, porque te hará falta para llevar a cabo las tareas más aburridas. Habrá momentos duros en qué querrás dejarlo todo, tu objetivo será la luz del faro en la tormenta más oscura, no te olvides de él.
Compartir, en el sentido más profundo, significa dar de nosotros mismos a los demás.
bell hooks
Con esto me refiero a compartir y, si tu sueño es escribir, lo más probable es que lo entiendas hasta mejor que yo mismo.
Comparte tu situación con otras personas que se encuentran en el mismo contexto que tú, persiguiendo el mismo sueño. No solo te motivará para continuar trabajando, sino que también te empoderará a la hora de enfrentar desafíos.
Saber que no estás solo/a en el proceso te hará saltar obstáculos como si tuvieras pequeñas alas que te impulsen hacia arriba cada vez que te encuentres con uno.
El intercambio es el alimento del alma.
Pearl S. Buck
Crea redes de intercambio para aquellas tareas más engorrosas para ti o en las que preveas que te puedes atascar. Con esto me refiero a que, si ayudas a alguien, esa otra persona te ayudará a ti, de acuerdo a la esencia de la economía colaborativa. Por ejemplo en temas burocráticos o de promoción (que no suele gustar demasiado en este sector).
Sé pesada/o, quien la sigue la consigue.
El camino más largo puede ser el más difícil, pero también es el que te lleva a las mejores vistas.
J.K. Rowling
Haz que el camino largo se haga más corto a través de la motivación. Busca perspectivas y maneras de plantearlo más motivadoras, aunque sean más largas.
Imagínate que tienes que leer cincuenta libros sobre el Renacimiento. Quizás puedas invertir gran cantidad de tiempo en hacer una selección de aquellos más interesantes, que disfrutarás leyendo y que te aportarán otro tipo de perspectivas. Seguro que avanzas el doble de rápido, pues tendrás más motivación a la hora de llevar tu tarea a cabo.
Otro ejemplo puede ser que, si tienes que leer esos cincuenta libros, leas otros que te interesen entre medias. El camino será más largo, pero te motivarás el doble.
Vamos ahora con los pensamientos sobre tu yo del pasado.
Indicador positivo de productividad
Tendemos a enviarnos mensajes negativos constantemente cuando sentimos que hemos «perdido el tiempo» en otras tareas que no están relacionadas directamente con nuestros objetivos.
Mi consejo es que, en lugar de eso, centres tu atención en el tiempo que sí has aprovechado. Además, no puedes recuperar las horas que has perdido.
Centra tu atención en lo positivo. Pensar que tienes que hacer algo porque sino te sentirás mal es mucho más desmotivante que hacer algo para cumplir tu sueño. Suena lógico, pero solemos hacer todo lo contrario.
«Tengo que levantarme temprano y estudiar porque si no me sentiré mal».
Transfórmalo:
«Mañana me levanto temprano y me voy a estudiar un rato al sol, está haciendo unos días preciosos y puedo aprovecharlos. Así tendré libre la tarde para ir al cine».
Te animo a que lo pongas en práctica y sientas la diferencia. Se trata de pensar de manera diferente, de ser creativos.
Creatividad
¿Puedes aprender a ser creativo? Por supuesto que sí.
A ti seguro que se te da bien y tienes más habilidad que muchos de los mortales (eres escritor). Pero si no lo eres todo el tiempo, puedes entrenarlo: la creatividad es una capacidad que se entrena. ¿Cómo puedes hacerlo?
Busca problemas en tu entorno y piensa cómo podrías mejorarlos. Si lo piensas, como defino en un artículo de mi blog, la creatividad está en resolver problemas de manera original y hacerlo mejor que en el pasado.
«No, pero lo que me pasa a mí es que estoy atascada/o, ¡no se me ocurre nada!».
Empápate de aprendizaje, nuevas perspectivas te abrirán nuevas puertas, nuevas ideas, conseguirás que tu cabeza haga clic de repente. Además, también conseguirán motivarte.
Otro consejo es que cortes con la línea de puntos y no la sigas. ¿Qué quiero decir con esto? La creatividad está en ti y no solo en tu libro potencial. Llévate la creatividad a la calle, con tu ropa mismamente, con tu maquillaje, con tu identidad, etc. Puedes ser creativo en todo aquello que hagas (cocinando, en tus relaciones, haciendo deporte, decorando, etc). Evita las ideas socialmente preconcebidas.
Se tiende a pensar que ser productivo es similar a ser un autómata y producir, pero nada más lejos de la realidad. Hay que pensar, pensar en cómo hacer las cosas de otras maneras aportando algo nuevo (creatividad) a través del análisis y la observación.
Hábitos
Seguro que has escuchado o leído alguna vez acerca de los hábitos. En Sinjania ya te han hablado de ello. Crear hábitos productivos te ayudará a conseguir tu sueño.
Ojo, para que los hábitos sean productivos han de ser prioritarios. El motivo es avanzar en el proceso de conseguir tu objetivo.
Recuerda que la productividad es la capacidad que optimiza la transición de una situación A (actual) a una situación B (objetivo).
Voy con un ejemplo: si quieres vivir de escribir, lo más seguro es que tengas que leer mucho acerca de lo que estás escribiendo o reunirte con expertos, escuchar, tomar apuntes, etc.
Pues bien, siguiendo el ejemplo anterior, puedes crear el hábito de leer cincuenta páginas todas las mañanas. ¿Cómo? Poco a poco. Primero has de planificar la tarea, como acabamos de hacer ahora.
«Voy a leer cincuenta páginas todas las mañanas en cuanto me prepare un café».
Lo siguiente será definir un disparador: el café, por ejemplo. Así, el café te recordará que acto seguido debes empezar a leer.
Para que esta conducta se convierta en hábito, puedes generar un feedback positivo al principio para querer repetirlo en el futuro. Por ejemplo: «Cuando termine de leer me voy a preparar mi desayuno favorito».
El hecho de revisar este hábito constantemente hará que no quieras perder la racha; si realmente estás avanzando creando ese hábito concreto, lo normal es que lo quieras mantener en el tiempo.
¿Y sabes cuál es un hábito que te ayudará con todos los demás? Volver a tu agenda cada vez que termines una tarea. Así evitarás colapsar cuando te enfrentes a ella y veas una torre de naipes que sostienen tareas desordenadas.
Esto no se aprende, se entrena.
Cada vez que termines una tarea, vuelve a tu agenda (tu excel, tu herramienta online, tu app, lo que sea), marca tu tarea completada y comienza con la siguiente. A poder ser, intenta que se trate de tareas prioritarias, recuerda que se trata de productividad.
En conclusión
En fin, como ves, existen mil y una técnicas que puedes poner en práctica desde ya.
Y cuando digo desde ya es desde ya. Elimina las condiciones de tus tareas.
«No voy a escribir hoy porque no me siento creativo».
Escribe, inténtalo. Coge ideas y ponte a escribir. Mañana lo leerás y buscarás maneras diferentes de plasmar tu idea de manera correcta.
A lo que me refiero es que, si buscas que se den las condiciones perfectas para llevar a cabo tus planes, apaga y vámonos. Como sabes:
La perfección es una ilusión que nos impide apreciar lo que ya es bueno.
Janet Fitch
Espero que te haya gustado y que añadir un poco de productividad a tu vida te ayude de verdad con tu objetivo.
¡Mucha suerte!
Muy buen artículo. Motivación es lo que necesito en este momento. No para escribir sino para dar salida a mi trabajo que es lo más difícil para mí aun después de haber publicado varios libros, ¿a quien dirigirme? ¿realmente es buena mi novela? ¿interesará a alguna editorial? Son dudas a las que me enfrento cada vez que termino un libro.
Muy buen artículo. Necesito motivación en este momento. No para escribir, sino para dar salida a mi trabajo, esa es la parte más difícil para mí aun después de haber publicado varios libros. De repente me entran las dudas, ¿a quién dirigirme? ¿le interesará a alguien mi novela? ¿Realmente es buena o es una bazofia?
Esas dudas son normales, Lola, te van a acompañar siempre, aunque cada vez sabrás gestionarlas mejor. Un abrazo.
Una entrada genial. Me encanta la última frase y esa matriz de mejora que ha propuesto Iago. Muchas gracias.
Gracias. Siempre sirve de ayuda. Yo estoy muy motivada y no me faltan ideas. Dedico varias horas al día a escribir y leer pero después no sé qué hacer con el trabajo final.
Hola, Virginia:
Si el trabajo final es un verdadero trabajo final (es decir, si está revisado, pulido y corregido) entonces empieza a pensar en dárselo a los lectores. Ese es el destino último de un texto literario, no se lo arrebates.
Un abrazo.