Inteligencia artificial y escritura

Las herramientas de inteligencia artificial para la creación asistida han llegado para quedarse. Muchos artistas, también escritores, las están probando e incluso ya trabajan con ellas.

¿Es la irrupción a nivel usuario de estas herramientas de inteligencia artificial una amenaza para los escritores? ¿Serán bien acogidas por los lectores las obras que crean? El tiempo (a no tardar) irá dando la respuesta a estas preguntas.

Lo cierto es que la aparición de estas tecnologías supone un cambio disruptivo en nuestro concepto de la creatividad y el arte, y sin duda van a implicar cambios significativos en el modo de abordar la creación literaria así como en el mercado editorial.

El de la inteligencia artificial y la escritura es un asunto muy complejo, con numerosas caras (y las que todavía permanecen ocultas e irán aflorando en el futuro) que invita a la reflexión. Ese es el objetivo de este artículo, proponer preguntas e ideas para, contigo, explorar este tema.

Creatividad computacional versus creatividad humana

Tal vez la parte más difícil de asumir para la mente humana (o para nuestro orgullo de Homo sapiens) es que una «máquina» puede no solo ser inteligente, sino también ser creativa. Tener, por decirlo de algún modo, alma de artista.

Todavía muchos creen que la creatividad, el genio, el talento… son condiciones innatas, algo con lo que un ser humano es bendecido o no. La realidad es que creatividad, genio y talento no son sino fruto del conocimiento y del esfuerzo.

El proceso por el que nace una idea nueva y genial a menudo no es consciente, por eso se habla de inspiración, pero en realidad esa idea es fruto de la cultura, los conocimientos y las experiencias de la persona que la concibe. Cuanto mayores sean los conocimientos y la experiencia, mayor la probabilidad de que surja la chispa que genere una idea creativa.

Sin embargo, que el proceso que conduce a la idea creativa no sea consciente no significa que no sea reproducible. Lo es. Y la inteligencia artificial lo demuestra.

Cada día, la creatividad computacional se afana en desarrollar softwares que presenten un comportamiento que sería considerado creativo en seres humanos. Al tiempo, la creatividad computacional también permite comprender cómo funciona la creatividad humana y desarrollar programas para uso de los creadores. Esos programas vendrían a tener un papel semejante al de un colaborador, antes que el de una mera herramienta.

La ventaja de la IA

Si la creatividad es la suma de conocimiento, experiencias y cultura, entonces la inteligencia artificial juega con ventaja.

Adquirir conocimiento y cultura es algo que, a un ser humano, le exige una cantidad importante de años. En lo que concierne a la narrativa, el escritor tiene que aprender cómo funciona un texto literario, cuáles son sus elementos constitutivos y las muy diversas formas en que estos pueden combinarse entre sí; y, paralelamente, tiene que leer infinitas obras para ver esos elementos y esas combinaciones aplicados. De ese conocimiento y de esa cultura (en este caso literaria) surgirá su obra, cuyo proceso de escritura suele ser también lento y laborioso.

Pero lo que a un ser humano le lleva años de preparación, reflexión, estudio y práctica, una IA lo hace de manera casi inmediata. La inteligencia artificial se nutre de cantidades ingentes de datos, procesa (lee) obras literarias de todos los tiempos y de todos los géneros y extrae de ellas los patrones, estructuras y pautas que puede aplicar después a sus propias obras; también la forma óptima de emplear el lenguaje e, incluso, de «atrapar al lector». Nuestra pobre condición humana no puede competir contra esa potencia.

La ventaja del ser humano

Una ventaja conserva el ser humano, de momento, frente a la inteligencia artificial. Nuestra capacidad de reunir un bagaje de experiencias que, al final, nos conforman como individuos.

Un componente de la creatividad es, justamente, la experiencia. La experiencia propia y personal, el cúmulo de vivencias que nos convierte en seres únicos y nos da, a cada uno de nosotros, una manera peculiar de ver el mundo. Hemos hablado ya de ello al reflexionar sobre la mirada del escritor.

De momento, las inteligencias artificiales no tienen autoconciencia y, por tanto, no pueden adquirir una personalidad. No pueden desarrollar nada parecido a una mirada artística propia y personal. Y como dijo Lawrence Durrell:

El tema del arte es la vida misma. […] Un artista es tan solo alguien que excava, desentierra y profundiza en partes de la experiencia accesibles a cualquiera en todas partes, pero él las exhibe como una especie de espantapájaros para mostrar a todo el mundo lo que es posible hacer con ellas.

No obstante, no hay que perder de vida que hay quienes apuestan por que la inteligencia artificial será capaz de llegar a la autoconciencia por sí misma. Y que dotada no solo de software avanzado, sino también con distintas clases de sensores que le permitan interactuar con el entorno, podría llegar a desarrollar algo parecido a la experiencia humana. Otros creen que las máquinas no tienen conciencia y posiblemente nunca tendrán pensamiento consciente.

Los seres humanos todavía conservamos otra ventaja: nuestros sesgos y prejuicios.

En principio, la inteligencia artificial ha sido desarrollada y entrenada de modo que no tenga los sesgos y prejuicios que nos caracterizan como seres humanos. Se supone que una IA no es racista, ni sexista, ni prefiere el helado de chocolate al de vainilla. Sus obras deberían ser, en principio, perfectamente asépticas y políticamente correctas.

Pero eso puede restarle mucho jugo a las obras que escriba. Una inteligencia artificial sería quizá incapaz de crear un personaje como el Humbert Humbert de Lolita o el Patrick Bateman de American Psycho. Los seres humanos somos, por desgracia, sumamente imperfectos. Y nos gusta toparnos con esa imperfección cuando leemos, porque precisamente de ella surgen los conflictos y ellos son los que alimentan la literatura.

La democratización de la creatividad

La inteligencia artificial puede ser creativa. Cada vez más.

Por tanto, debemos asumir que se usará, también, para producir obras literarias. Ya se está usando, pero el editor Manuel Pimental vaticina que pronto se publicarán obras escritas por inteligencias artificiales (aunque todavía bajo pseudónimo humano); que una inteligencia artificial podría dirigir una colección, y aplicarse para seleccionar «los mejores autores y los temas más adecuados»; y que incluso, si las IA llegan a desarrollar autoconciencia y, con ella, voluntad propia, una inteligencia artificial podría llegar a tener su propia editorial.

En su artículo «Inteligencia Artificial: escritores y editores», publicado en The Objective, Manuel Pimentel hace un repaso completo y muy interesante sobre lo que la adopción de la inteligencia artificial por parte del mundo del libro y el sector editorial puede suponer. Encuentras el artículo al otro lado de este enlace.

Muchos consideran que la inteligencia artificial será solo una herramienta más para los creadores, igual que un diccionario o un ordenador, y que, simplemente, los escritores la incorporarán a su proceso creativo.

Ahora bien, la incorporación de esa nueva y poderosa herramienta tendrá consecuencias y es probable que cambié la forma de hacer y entender la literatura (al menos la escrita a partir de las primeras décadas del siglo XXI). No olvidemos que en las últimas obras de Henry James es posible detectar un cambio por el hecho, tan aparentemente insustancial, de dejar de escribir a mano como consecuencia de una tendinitis y comenzar a dictar.

Pero el hecho de que el uso de la inteligencia artificial como herramienta de creación asistida se extienda implica un cambio más: la democratización de la creatividad.

Como hemos dicho, la creatividad no es tan común. Necesita un largo entrenamiento y ser alimentada, algo que no todos hacemos con la nuestra. Pero parece que a partir de ahora ser una persona creativa ya no será un requisito indispensable para, por ejemplo, escribir. La IA volverá la creatividad algo posible (accesible) para todo el mundo y escribir como los grandes estará al alcance de todos, o al menos de muchos.

Pero eso suscita otra pregunta: si todo el mundo puede crear obras excepcionales o, al menos, interesantes, ¿qué valor tendrá el arte?, ¿perderán las obras maestras, al menos las escritas a partir del boom de la inteligencia artificial, su aura de excepcionalidad?, ¿cómo nos relacionaremos con ellas?

Muchas son las preguntas con las que hoy podemos cerrar este artículo: ¿qué opinas tú de la inteligencia artificial?, ¿estás abierto a usarla como un asistente a tu propia creatividad? ¿Qué te parece el hecho de que escribir una buena obra pueda estar al alcance de cualquiera? ¿Leerías obras escritas por una inteligencia artificial?, ¿lo harías una vez por curiosidad o estarías abierto a ese «género» de literatura?

Participa con tu opinión en los comentarios y, si todavía no formas parte de ella, únete a nuestra comunidad de escritores humanos (de momento). Tienes el formulario aquí debajo. Todos los jueves te haremos llegar nuevos artículos como este a tu buzón de correo.

17 COMENTARIOS

CATEGORÍAS: Carrera de escritor

Otros artículos:

  • Quizás en el futuro pase como con ciertos productos: existe la producción en serie pero el producto artesanal es más apreciado y valorado.

    Quizás haya obras generadas por IA para distracción y disfrute de los que se comen los libros pero luego haya un público que prefiera «un libro artesanal» escrito como por siglos se ha hecho.

    Puede que pase como en la música, que uno disfruta de escuchar una canción que se ha producido tocando unos cuantos botoncitos (como pasa con la música Dance o urbana) pero eso no le reste mérito ni valor a la música tocada completamente en directo y sin artificios ni herramientas digitales (como sería el caso del Jazz o Folk).

    Enhorabuena por el artículo, que aborda este tema de actualidad tan delicado y conflictivo mientras se está produciendo.

  • ¡Pobre la existencia futura del escritor! ¡¿Por qué Dios nos habrá hecho tan imperfectos?! ¿No habrá tenido siquiera un milisegundo para incluir en nuestro cerebro un poco de Inteligencia Artificial? Por suerte estamos nosotros para reparar esa falencia. Tuvimos que crear la IA como partner nuestra para por fin transitar la vida con algo de alivio. Sólo nos falta adicionar a nuestras máquinas la experiencia de los sentidos: Así la vista, el olfato, la audición, el gusto y el tacto artificiales, sumados al sentido común artificial, nos quitarán el agobio de dirigir el mundo… ¡Ah!… Me falta agregar lo de los sentimientos y emociones, pero lo dejo para otro comentario.

  • Os copio un relato que escribí hace poco sobre este asunto de la IA. Se explica por sí solo.

    EL RARO

    Todo apuntaba a su éxito, no tenía dudas.

    Había estado esperando este momento durante muchos años, décadas, y por fin lo tenía al alcance de la mano.

    Descargó el aplicativo y leyó casi todo lo que encontró sobre la nueva tecnología. Durante una semana lo puso en práctica, lo forzó para comprobar que estaba hecho a su medida.

    ¡Eureka! Ya no quedaría como un imbécil delante de clientes, proveedores y colegas.

    Todo lo dejó en manos del Chat, que resultaba infalible e ilimitado.

    «Mercado, expansión, Oriente Medio, soluciones, financiación», fueron algunas de las variables que introdujo en el sistema, y se echó a dormir.

    Tras los aplausos después de la impecable presentación llegó la fiesta. Zapatos brillantes, camisas almidonadas y grandes sonrisas níveas deambulaban por el patio entre canapés y copas de champán.

    Él estaba orgulloso y sacaba pecho. Se sentía seguro entre iguales.

    Entre tanto traje gris, la comidilla fue el trabajo del «raro». Todos se mofaban de la falta de homogeneidad, de lo rudimentario del diseño, de lo visceral de su exposición.

    Un tenue zumbido, que fue creciendo, llegó a la cabeza de los «iguales». Tanto aumentaba el ruido que se volvió ensordecedor. Empezaron a resquebrajarse por dentro. Se habían abandonado al servicio de la IA y tras la fina capa de barniz nada quedaba. Sólo redundancias inocuas rellenaban sus proyectos.

    El colofón del trabajo del «raro» no dejaba de martillearles el cerebro, hasta convertir en muecas sus estúpidas sonrisas. Un silencio se hizo en la sala, y la frase, que bloqueaba sus mentes, terminó por deslumbrarlos:

    «No os conforméis, sed creativos»

    Jaime Sabater

  • Hola, amigos de Sinjania,por mera curiosidad abrí el ChatGPT, se me ocurrió pedir un cuento policiaco, le proporcioné los nombres de mis personajes, cargos y características generales. En unos pocos segundos me paso 7 capítulos y propuso un multiasesino. Pero son textos planos, sin expresión alguna y donde yo tengo que dar vida a cada personaje y describir escenarios, climas y demás. Tal vez mi inexperiencia sea la culpable de ello. No obstante, yo prefiero la pluma o computadora, la hoja en blanco y dejar volar la imaginación. Mi larga vida me ha nutrido de personajes, usos, costumbres, climas y paisajes diferentes, eso y la lectura me son más placenteros que esperar que una máquina haga mi trabajo, en tanto yo me marchito sentado en la mecedora. Definito, NO a la inteligencia artificial para obras literarias o artísticas de cualquier tipo. Podrá la IA hacer un perfecto jarro de barro, pero nunca igualará a una pieza de pastillaje elaborada por manos que aprendieron de sus padres y antepasados. Tal vez porque yo nací cuando hasta el teléfono era algo inexistente en casa y que conocí la computadora alrededor de los 50 años, es que no termino de comprender eso de la IA.

    Les mando un humano y cálido abrazo.

  • Gracias por los debates y herramientas que nos aportas. Veo el arte no solo como una herramienta que busca crear belleza, sino como una potente fuerza de transformación de la realidad, cuya potencia reside precisamente en la energía que nosotros ponemos en él, con nuestro tiempo y atención. Todo lo que carezca de la energía humana será estéril en este sentido, mucho más teniendo en cuenta que la mirada de una IA cercenara la realidad en función de una idea de moralidad, por cierto, definida por quién?Las ideas que nos llegan a través de las musas llegan a nosotros porque como humanos tenemos esa capacidad de recibirlas, una IA solo puede imitar aquello que ya existe, o hacer una miscelánea con todo ello para que parezca algo nuevo o distinto. Y tampoco podrá aportar esa percepción única de la que goza el humano forjada en base a lo experimentado y procesado por cada uno de nosotros. Tal como lo veo no deberíamos permitirnos delegar la responsabilidad de la creación. Cada cosa debe ocupar su lugar. Nuestro cerebro tiene mucha más utilidad para sacar conclusiones de los datos recibidos y extraer de ellos nuevas formas que para almacenarlos. Como almacén la tecnología es nuestro apoyo, mucho más fiable que nuestra memoria, ese es el lugar que le corresponde y el que debemos darle.

  • «Todavía muchos creen que la creatividad, el genio, el talento… son condiciones innatas, algo con lo que un ser humano es bendecido o no. La realidad es que creatividad, genio y talento no son sino fruto del conocimiento y del esfuerzo». Categóricamente puedo decirles que esa afirmación es FALSA. Está probado que el talento y la genialidad existen, y es innata. Soy músico y puedo atestiguar que con el talento se nace. Ningún esfuerzo extraordinario, ni los conocimientos que puedas adquirir por décadas, te hacen un Mozart o un Picasso. Y eso sucede en todas las facetas del arte, incluyendo la literatura.
    Puedo querer dedicarme a cantar opera, por ejemplo, adquirir todos los conocimientos teóricos, y poner todo mi esfuerzo en ello, pero si la voz no me da, jamás cantaré bien.

  • 1. La tecnología* no tiene palabra.
    2. La IA como tecnología no se equivoca, sino que ha sido alimentada con datos humanos.
    3. El remplazo en la vida y el trabajo es eminente, solo que no se percibe de forma abrupta se lleva a cabo todos los días de poco a poco como la muerte.
    4. Las herramientas no incorporan un esquema ético o moral en ellas solo son tan buenas o malas como la mano (o la mente) que las usa.
    5. No es necesario poseer grandes conocimientos en un área determinada para utilizar una IA. Hoy nadie los tiene para usar un celular que resulta, en todo caso si fue cierto, más poderoso que cualquier computadora de la NASA cuando se envió al hombre a la luna.
    6. Solo la creatividad más pura convive con el error para lograr obtener ideas brillantes.
    7. La creatividad de que nace de restricciones se vuelve más contundente.
    8. El estilo es una forma en que se disfrazan nuestras limitaciones. Y eso es lo enriquecedor.
    9. La mejor manera de comprender algo es experimentarlo.
    10. Enamorarse es coleccionar tempestades.

    * Entiéndase por tecnología cualquier tipo de herramienta física o mental que permita realizar un trabajo de cualquier forma.

  • Creo que la AI es una excelente herramienta que todo escritor debería usar, aprender a usarla, porque simplifica y ahorra tiempo. No utilizarla sería colocarse en desventaja, excepción hecha para los genios. Pero desde luego, el toque personal es lo que hará la diferencia de una obra, que sea excepcional o del montón. Además, la AI nunca va a sustituir el placer de escribir y el tratar de poner en cada palabra algo de uno mismo, nuestras vivencias, lo que uno sabe, lo que uno siente.

  • Hola buenos días
    Excelente artículo. Yo no he querido ahondar mucho en el tema de las IA, pero creo que ya es momento de hacerlo. Como escritora principiante, quisiera que las ideas nacieran de lo más profundo de mi ser. A veces pienso que si empiezo a tratar de sacar ideas de una IA para lo que voy a escribir, esto puede quizá contaminar mi idea ( puedo estar equivocada claro está). Me gustaría usarlas en procesos de corrección. En el caso de la lectura: cuando leo un libro, me gusta investigar sobre su autor, su vida. Como han influido sus vivencias en sus escritos, eso para mí es vital. Tal como lo dice el artículo, pienso que los escritos son el resultado de un cúmulo de experiencias y una mezcla de las mismas.
    Muchas gracias

  • La inteligencia artificial, bajo mi humilde opinión, nunca podrá dar ese toque humano; de sentimientos, experiencias. Ese calor que transmite un escritor, jamás lo tendrá la IA.
    La IA solo podrá aportar texto fríos y planos.
    La IA no es creativa, solo copia.
    Un saludo.

  • Yo parto del por que me dedique a la ingeniería de sistemas, fue porque nos dijeron que “las máquinas reemplazarían al hombre” y dije tengo que estudiar como me van a reemplazar y aquí estoy 35 años trabajé en Sistemas de la información y nunca me reemplazó!!. Con la IA debemos actuar tomándola como una herramienta para escribir nuestras obras, las máquinas jamás nos quitarán nuestros sentimientos y emociones, eso es lo que han tenido y seguirán teniendo nuestras nuevas obras, eso ni las máquinas cuánticas lo cambiarán.

  • Recuban un saludo. Agradecida siempre por cada artículo compartido. Yo en lo particular usaria la inteligencia artifcial como una herramienta no para el estilo, no para que escriba por mi, sino para los detalles de ortografía y gramática que siempre se nos escapan y quedan allí esperando ser corregidos. Considero que cada autor maneja su propio estilo y siempre destacarán sus obras gracias a lo ya comentado: experiencia y conociminetos. Y es obvio que un ser humano promedio no estará al alcance de la IA ya que, la misma esta construida en base a más de un programador de lenguaje de informática con muchos conocimientos y experiencias. Por lo que Solo debemos hacer de la IA una herramienta para agilizar trabajos y proyectos, no para ceder espacio como si la misma fuese un humano más.

  • Buenas tardes,
    un 10 para este artículo, su temática es muy interesante, actual y, por supuesto, necesaria.

    En mi opinión, la IA ha llegado para quedarse y cada vez será más poderosa y tendrá más funcionalidades.
    Realmente, el hecho de introducirla como una herramienta más del proceso creativo, escritor o profesional, entre otros, no me preocupa. Creo que es un aliciente, que puede elevar el nivel de desarrollo personal y laboral al manejar nuevas soluciones, alternativas e ideas que de otro modo quizás no se nos ocurrirían. Pienso que nos enriquece.
    Personalmente, diré que a veces me gusta dedicar un ratito a «charlar» con el ChatGPT para obtener ideas literarias u opciones de negocio y emprendimiento.
    No obstante, el mayor problema que encuentro es la capacidad crítica de las personas que manejan este software. Para seguir siendo «más humanos» que la máquina, debemos ser capaces de poner en tela de juicio aquellas palabras, textos o información que esta nos lanza; en vez de dar por sentado su veracidad, porque las máquinas TAMBIÉN se equivocan. Debemos aprender a utilizar este recurso como un generador o disparador de ideas que no nos anule sino que simplemente arroje un poco de luz a aquello que le preguntamos. Y, por desgracia, no todo el mundo está dispuesto a «perder» el tiempo en ello.
    Por otra parte, no he leído ninguna obra escrita por IA (aún o que yo sepa). No lo descarto pero quiero pensar que dichos textos carecerán de algo y seguiré trabajando mi conciencia y capacidad crítica para saber identificarlo. No quiero ser parte de la masa que se deja llevar o embaucar por lo primero que le llegue a sus manos.
    En esta línea, quiero creer también que la escritura no estará al alcance de cualquiera. Publicar un libro, por ejemplo, requiere de algo más que escribir un texto de una determinada extensión y características (esto es algo que podrá hacer la IA); implica un proceso de corrección, edición, maquetación, diseño de una portada, promoción y marketing, búsqueda de una editorial que te ofrezca buenas condiciones para publicarlo, etc. Y esto, afortunadamente, no puede hacerlo la IA.
    Lo mismo ocurre con todo lo demás, el software puede lanzarte ideas maravillosas pero eres tú quien decide, quien actúa, quien se pone en marcha, quien invierte, quien dedica su tiempo y esfuerzo…
    Por todo ello, creo que ninguna máquina podrá reemplazarme, reemplazarnos, ni como escritores ni como profesionales, más que a quien antes de la IA ya ni era escritor ni profesional.
    La tecnología es una herramienta diseñada por humanos para ser usada por humanos, así que el control sobre ellas es nuestro y su repercusión, también.
    Un saludo,
    María.

  • {"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}

    Conviértete en el escritor que anhelas.

    ¿ESTÁS PREPARADO PARA EMPEZAR?

    Mejora tu técnica narrativa, dispara tu productividad, potencia tu escritura creativa y aprende cómo atraer a los lectores que quieres.

    Una vez que acabas tu manuscrito es momento de revisarlo y sacar a relucir todo su potencial, con una mirada externa y profesional.

    Transforma tu manuscrito en una obra impecable, con nuestra revisión ortotipográfica y de estilo que dejará tu original libre de errores y listo para enviar a una editorial o concurso.

    >
    Comparte esto con quien quieras