Por qué no se debe puntuar un texto según las pausas de la respiración

Muchos escritores tenéis problemas a la hora de puntuar correctamente vuestros textos. Sin conocer bien las normas que rigen el uso de la coma, el punto, el punto y coma, los dos puntos… a menudo puntuáis vuestros escritos de un modo intuitivo.

Y esa manera intuitiva de puntuar se asienta con frecuencia en la idea —equivocada— de que la puntuación tiene como objeto marcar las pausas para tomar aire que el lector necesita hacer cuando lee en voz alta.

Hoy vamos a intentar desmontar esa idea de que puntuación y respiración están relacionadas y a recordar por qué puntuar correctamente es tan importante.

No se debe puntuar un texto según la respiración

La creencia de que los signos de puntuación marcan las pausas en las que el lector tomará aire está, desafortunadamente, muy extendida. Y es causa, por tanto, de muchas puntuaciones incorrectas que no solo atentan contra la norma, sino que contribuyen a volver confuso el texto, disminuir su coherencia e introducir ambigüedades que dificultarán al lector su comprensión.

La antigua normativa ortográfica de la Real Academia Española es en parte la culpable de esa idea que relaciona puntuación y respiración. Esa antigua normativa establecía, por ejemplo, que la coma podía emplearse para marcar las pausas breves en un texto. Sin embargo, tal como se establece en la edición vigente de la ortografía académica la puntuación forma parte de la escritura, no de la oralidad. Es decir, no hay una relación exacta entre la forma en que se puntúa un texto y la forma en que este podría ser leído en voz alta; o, en el sentido inverso, entre la manera en que articulamos el lenguaje cuando hablamos y cómo dicha articulación quedaría expresada por escrito.

Si la puntuación de un texto estuviera relacionada con las pausas que un lector necesita hacer para tomar aliento, sería necesario entonces escribir varias versiones de un mismo texto: unas pensadas para lectores de alientos cortos y otras para aquellos que pueden aguantar más la respiración.

La muestra más evidente de que la puntuación no está pensada para hacer pausas y ayudarnos a respirar mientras leemos en voz alta es que en ninguna norma de uso de ningún signo de puntuación se indica que se debe poner una coma o un punto allí donde el autor del texto cree que el lector deberá tomar aliento.

Por el contrario, hay normas en las que se desvincula directamente el uso de los signos de puntuación de las pausas que se hacen al leer. Tal es el caso, por ejemplo, del uso de la coma de vocativo (una coma, por cierto, casi siempre olvidada), tal como se explica en el Diccionario panhispánico de dudas:   

2.2.3. Vocativos, esto es, palabras que sirven para llamar al interlocutor o dirigirse a él: Javier, no quiero que salgas tan tarde; Has de saber, muchacho, que tu padre era un gran amigo mío; Venid aquí inmediatamente, niños. Cuando los enunciados son muy breves, se escribe igualmente coma, aunque esta no refleje pausa alguna en la lectura: No, señor; Sí, mujer.

Como ves, la norma nos dice que debemos poner coma en «No, señor», porque señor actúa como vocativo, independientemente de que, al leer, no hagamos pausa en esa coma y nuestra lectura sea más similar a «No señor»

¿Qué significa esto? Que las pausas que hacemos (o no) al leer no reflejan necesariamente las comas y puntos que jalonan el texto. De modo que si hasta ahora has puntuado de oído, es importante que abandones esa costumbre y comiences a interesarte por las normas tras los signos de puntuación.

La importancia de la puntuación

Como señala Daniel Cassany en La cocina de la escritura: «La puntuación es el termómetro que da cuenta de la calidad de la escritura». Es más que probable que un texto en el que se haya empleado de manera adecuada la puntuación presente también una prosa de calidad. Por el contrario, el escritor que descuida la puntuación cometerá a menudo otros errores (pobreza de vocabulario, uso de vocablos impropios, fallos de concordancia, mal uso de los tiempos verbales…) y demostrará así su falta de sazón lingüística».

La RAE nos indica: «La puntuación tiene como fin primordial facilitar que el texto escrito transmita de forma óptima el mensaje que se quiere comunicar». La puntuación es, por tanto, el mecanismo fundamental de cohesión para enlazar las ideas. Por eso, una mala puntuación afecta decisivamente a la claridad y a la cohesión interna de un texto.

Igualmente, la puntuación define la estructura del texto y la distribución de su contenido. La puntuación es la que ordena el texto, dándole coherencia al establecer la relación entre sus elementos. Puntuar bien significa darle un sentido correcto a frases y párrafos para evitar ambigüedades y confusiones.

En resumen, una puntuación incorrecta afecta decisivamente a la claridad y a la cohesión interna de un texto, y trae aparejadas la ambigüedad y las dificultades de comprensión, lo que vuelve la lectura incómoda.

Sin duda, como escritor, no deseas que la lectura de tu obra resulte incómoda para el lector, mientras que sí deseas que comprenda las ideas y la información que componen la historia que has escrito. Recordemos que una novela o un relato no son otra cosa que un caudal de información. Si esa información no se presenta de un modo ordenado y coherente, frase a frase, el lector no podrá comprenderla o, incluso, desistirá de hacer el esfuerzo cognitivo que requiere su comprensión.

Cómo mejorar la puntuación

Ahora que hemos hablado de que no se debe puntuar «de oído», especulando con el momento en que nuestro lector necesitará tomar aire, y ahora que sabemos lo importante que es puntuar bien un texto, es hora de repasar algunas ideas que te ayuden a mejorar este aspecto vital de tus textos.

  • Lee más. El primer consejo cuando se trata de escribir mejor, ya hablemos de vocabulario, estilo o puntuación, es siempre leer más. Para dedicarse a la escritura es indispensable dedicarse de forma paralela a la lectura. Lee de forma atenta, prestando atención a la puntuación de la obra. Fíjate en cómo se agrupan las ideas, o en cómo se separan, usando para ello la coma, el punto y seguido o el punto y aparte.
  • Estudia. Aprender sobre puntuación leyendo manuales es una tarea algo árida, pero debes hacerlo. Por suerte, hoy tienes a tu disposición un montón de artículos, desde los de la RAE hasta los de cientos de blogs, donde se explican con ejemplos los usos de los diferentes signos de puntuación.
  • Practica. La manera de interiorizar y hacer tuyo el conocimiento que encontrarás en tus lecturas y estudiando webs y blogs pasa por practicar. Quédate con un uso concreto (por ejemplo, que siempre se pone coma antes de «pero») y comienza a aplicarlo en tus textos. Cuando ya domines ese uso, continúa con otro.
  • Corrige. A menudo, muchos errores de puntuación se solucionarían con que tan solo el escritor dedicase algo de tiempo a corregir sus textos. Una única corrección superficial en la que trates de subsanar al tiempo aspectos narrativos y aspectos ortográficos no es suficiente. Dedica una lectura a corregir aspectos de ortografía y gramática exclusivamente; y si sabes que tienes problemas con la puntuación, dedica una lectura más solo a valorar y corregir este aspecto.
  • Fórmate con nosotros. Puedes hacerlo con el Curso de Escritura Creativa. En el curso tendrás que escribir cuatro textos que serán leídos y comentados contigo de manera personal por la profesora. Aunque esos textos están pensados para que pongas en práctica los mecanismos de la ficción que estudiaremos en el curso y la profesora los analizará bajo ese aspecto, también te dará pautas para mejorar tu manejo del lenguaje y te señalará tus fallos más frecuentes para que puedas mejorar.

Si te interesa el Curso de Escritura Creativa, puedes unirte sin compromiso a la lista de espera y te daremos notificación preferente cuando se abra el plazo de inscripción para que no te quedes sin tu plaza. Al otro lado de este enlace tienes el formulario y toda la información sobre el funcionamiento del curso.

Mima el lenguaje

Que la literatura es lenguaje es una verdad evidente, pero una verdad que a menudo no se tiene todo lo presente que se debiera. Con frecuencia los escritores os afanáis en idear una trama interesante, en desarrollar personajes atractivos y en usar con pericia cuantos recursos conocéis, sin reparar en que el principal elemento constitutivo de la creación literaria es el lenguaje, las palabras y su adecuada disposición.

Justamente el lenguaje, la que es la principal herramienta del escritor, queda muchas veces relegada a un segundo plano; y no es solo que no se use para transmitir expresividad y vigor al texto, es que se cometen errores básicos de ortografía, gramática y sintaxis que, directamente, dificultan su comprensión.

«Atrapar al lector» es algo que preocupa a todos los escritores, pero no hay nada menos atrapante que un texto plagado de errores sintácticos y ortográficos. Un texto mal puntuado, mal acentuado, con errores en los tiempos verbales, fallos de concordancia… hará desistir a cualquier lector de seguir avanzando en la historia, por bien pergeñada que esta esté.

Como apunta Gonzalo Andrés Muñoz en su libro Ortografía. La importancia de hablar y escribir bien: «La mala escritura es un enemigo silencioso; la gente lee lo que escribimos, detecta el error, piensa mal de nosotros, pero no suele decirnos nada». Si hay algo que todo escritor debe evitar es que su lector piense mal de él.

Y ahora cuéntanos: ¿eres de los que puntúa de acuerdo con la respiración? ¿Tienes problemas con la puntuación de tus textos o, por el contrario, es un tema que manejas? Nos encanta conversar contigo en los comentarios.

13 COMENTARIOS

CATEGORÍAS: Estilo, Redacción eficaz

Otros artículos:

Cómo mejorar tu visibilidad como escritor
Seis buenos hábitos de los escritores productivos
Escribir es una responsabilidad
  • Se hace difícil comentar aquí. Hice un escrito dando mi opinión, y aun está pendiente de “moderación”. Es decir, que alguien de ustedes, y según la RAE, debe templar, ajustar o reparar lo que escribí. Quizás, lo correcto, sería decir que está pendiente de revisión…
    Ahí lo dejo, para el revisor de textos…
    Salut

  • Como todo ejercicio literario, a la puntuación se le toma gusto con la práctica. Hay pausas con el punto y coma que hacen mejor la lectura, no es fácil usarla, tampoco usar los dos puntos. Creo que si lees textos actuales ves la casi no utilización del punto y coma. No soy de seguir reglas, pero estudio la forma de decir algo de mejor manera, en blogs y etc. Se aprende mejor cuando no te aburren y no hay que saberselas de memoria.

  • Al final, las herramientas son lo más importante en cualquier profesión. ¿Cómo, entonces, no debe de ser importante conocer la ortografía, la gramática y todo lo relacionado con escribir? Escribir es mucho más que “tener algo que contar”, y hay que tener el máximo respeto por la lengua que uses para transmitir ideas, conocimientos, opiniones o cualquier cosa que quieras explicar…
    Excelente artículo, por supuesto. Hoy ya me apunté a la lista de espera,
    Salut!

  • De chico me enseñaron que podía ayudarme en saber dónde colocar la puntuación según las pausas en la lectura. Sin embargo, a medida que crecí y leí más cantidad de novelas, fui aprendiendo que esto no era así y que hay ciertas normas a seguir y no simplemente una guía intuitiva. Lo importante es que ayuden a que el mensaje sea lo más claro posible para el lector.

  • Muy bueno el artículo, hace tiempo que escribo pero igual tengo problemas con la puntuación a veces. Cuando las leo en vos alta me doy cuenta de los errores.

  • Me parece, más bien, que habría que adecuar nuestra respiración a la puntuación del texto.

    Un consejo útil en la preparación de un sermón o un discurso es que las oraciones sean tan cortas como para poder pronunciarlas con una bocanada de aire.

    Excelente artículo. Saludos.

  • No puntúo de acuerdo a la respiración. Tampoco según las Norma’s, pues no las conozco. Leo la frase o el párrafo y puntúo como me parece que se entiende mejor.

  • Vuestro artículo era algo que esperaba. Una vez más felicitaros porque estáis en todo. De tanto como leo, voy aprendiendo, aunque reconozco que alguna puntuación no la manejo bien y me intranquiliza. Sí, yo era de las que relacionaba respiración con puntuación, ahora me quedó claro. Mis lecturas tienen que gustarme, atraparme, pero debo sentirme cómoda cuando las leo sino las descarto. Con mis escritos haga muchas lecturas en alto y me corrijo las veces necesarias, ¡nunca estoy satisfecha!. Debería de apuntarme a vuestro curso. Gracias

    • Leer en vol alta es una excelente práctica en el momento de la revisión y la corrección. De ese modo se pueden detectar rimas involuntarias, fallos de concordancia, frases liosas… Pero creemos que para la puntuación esa costumbre no sirve bien, justamente por el peligro de puntuar según la entonación o la respiración.

      Y si te animas a unirte al curso de escritura creativa, nos encantará recibirte en él.

      Un abrazo.

  • {"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}

    Conviértete en el escritor que anhelas.

    ¿ESTÁS PREPARADO PARA EMPEZAR?

    Mejora tu técnica narrativa, dispara tu productividad, potencia tu escritura creativa y aprende cómo atraer a los lectores que quieres.

    Una vez que acabas tu manuscrito es momento de revisarlo y sacar a relucir todo su potencial, con una mirada externa y profesional.

    Transforma tu manuscrito en una obra impecable, con nuestra revisión ortotipográfica y de estilo que dejará tu original libre de errores y listo para enviar a una editorial o concurso.

    >
    Comparte esto con quien quieras