Hay expresiones mal usadas con frecuencia. Las vemos vemos mal escritas en libros (atención, autoeditados), en artículos y entradas de blogs, en comentarios y correos. Este mal uso denota desconocimiento y falta de interés y, en conscuencia, no beneficia a la imagen del que escribe.
Ya sea que ames la escritura o que sea para ti una mera herramienta de comunicación, no está de más tratarla bien. Por eso reunimos algunas de esas expresiones mal usadas que, de manera reincidente, nos encontramos a menudo. Repasa la lista para comprobar que no estás usando ninguna:
Surgir efecto: La fórmula correcta es surtir efecto y tiene el sentido de que algo ha dado el resultado esperado. Por desgracia, muchas veces aparece escrito el incorrecto surgir efecto.
Bien: El ejercicio que hago todas las mañanas empieza a surtir efecto.
Mal: Intentó de varias maneras alcanzar la ventana, pero ninguna surgió efecto.
Soy de los que pienso: En construcciones de este tipo es recomendable usar siempre el verbo en tercera persona del plural: Soy de los que opinan/creen/dicen… Esto es así porque la concordancia estricta ha de establecerse con el sujeto gramatical (los/las que), no con el sujeto del verbo ser (yo/tú/ellos…).
Bien: Soy de los que creen que es bueno ahorrar.
Mal: Soy de los que pienso que es preferible viajar en tren.
Contra más: En este caso lo adecuado es utilizar cuanto, (sin tilde) que, antepuesto a los adverbios más o menos, indica cantidad, siempre en concordancia con el sustantivo que va detrás. Contra más es un vulgarismo que la RAE no reconoce.
Bien: Cuanto más practicas, mejor te sale.
Mal: Contra más ejercicio hagas, mejor te sentirás.
Falda a cuadros: En estas construcciones, los complementos de un sustantivo mediante otro sustantivo con la preposición a son un galicismo (influjo de la lengua francesa). Lo correcto en español es usar la preposición de, que es la que indica modo o manera.
Mal: Vestía un pantalón a cuadros.
Bien: Una olla hervía en una cocina de gas.
Al nivel de: Se usa esta expresión, de manera incorrecta, con un sentido semejante a en lo referente a.
Mal: A nivel de trabajo, he cumplido mis objetivos.
Bien: En lo referente al trabajo, he cumplido mis objetivos.
Destornillarse de risa: Para indicar que alguien se ríe con ganas se utiliza a menudo destornillarse. Pero la palabra correcta es desternillarse, porque proviene de ternilla (cartílago) y no de tornillos.
Mal: Se destornillaba cuando la vio disfrazada.
Bien: Me desternillo cada vez que veo ese vídeo.
Preveer: El verbo preveer no existe. Sí existe prever, con el significado de «ver con anticipación». Sin embargo, es común encontrárselo conjugado como el verbo proveer, cuando debe conjugarse como el verbo ver.
Mal: Preveyendo la derrota, huyó con rapidez.
Bien: Previó terribles dificultades para alcanzar su meta.
Días laborales: Se suele usar esta expresión incorrecta en lugar de la correcta días laborables. La palabra laboral significa «perteneciente o relativo al trabajo, en su aspecto económico, jurídico y social». Mientras que, por su parte, laborable es «que se puede laborar o trabajar».
Mal: Este mes tiene veinte días laborales.
Bien: Tengo treinta días laborables de vacaciones por contrato.
En base a: Esta expresión es de uso tan frecuente que nadie diría que es incorrecta. Pero lo es. Fundéu nos indica: «Para decir que aquello de lo que se habla se hace con apoyo o fundamento en algo, se recomienda emplear preferiblemente sobre la base de, en función de, basándose en, a partir de, de acuerdo con, con base en o según».
Mal: La remuneración será en base a tus resultados.
Bien: La remuneración será en función de tus resultados.
De sobras: Esta expresión es cada vez más popular, pero es incorrecta. Lo correcto es de sobra, que se usa con el sentido de «de más, más de lo necesario».
Mal: Te conozco de sobras, no hace falta que me cuentes lo que pasó.
Bien: Sabes de sobra que prefiero acostarme temprano.
Infringir daño: Mucha gente confunde el verbo infringir con el verbo infligir. Pero infringir se define como «Quebrantar leyes, órdenes, etc.», mientras que infligir es «Causar daño» o «Imponer un castigo». De modo que se infringen las leyes, pero se inflige dolor.
Mal: Le infringió terribles daños en la cara.
Bien: Le infligió un castigo ejemplar.
Contoneo: A menudo nos encontramos escrito el verbo contornear o el sustantivo contorneo con el sentido de contonear y contoneo. Contonear es «Mover al andar alguna parte del cuerpo, especialmente las caderas o los hombros, de manera afectada», mientras que contornear es «Dar vueltas alrededor o en contorno de un paraje o de un sitio».
Mal: Caminaba por el pasillo contorneando las caderas.
Bien: Su contoneo seguía el ritmo de la música.
El kit de la cuestión: La popularización de la palabra inglesa kit («Conjunto de productos y utensilios suficientes para conseguir un determinado fin, que se comercializan como una unidad»), ha hecho que haya personas que la confunden con la palabra de origen latino quid («Esencia, punto más importante o porqué de una cosa»).
Mal: El kit de la cuestión es aprender a manejar el programa.
Bien: El quid de la cuestión radica en saber decir no.
Delante mío/detrás tuyo…: Mío, tuyo, suyo, nuestro y vuestro son pronombres posesivos. Aunque a menudo se utilizan con adverbios de espacio como delante, detrás, cerca, encima, dentro… no es lo recomendable.
Mal: Se sentó delante mío.
Bien: Se sentó delante de mí.
Se tocó su cara: Este tipo de expresiones (levantó sus brazos, se quitó su chaqueta…) son incorrectas porque incurren en un pleonasmo. Probablemente se trate de una influencia del inglés que ha llegado a nosotros a través de malas traducciones. En español, el pronombre personal en su forma reflexiva (me toqué, se quitó) ya marca el dativo o el acusativo. Si digo «me toqué la cara» se comprende que ese «me» hace referencia a que la cara que toco es la mía. No diríamos «me toqué la cara de Juan». Lo mismo sucede en frases como «levantó los brazos»: la desinencia verbal ya indica la persona.
Mal: Se tocó su cara.
Bien: Se tocó la cara.
Si te gusta escribir, necesitas manejar tu idioma con precisión. Asegúrate de que estas expresiones mal usadas no aparecen en tus textos y, si las usas, empieza a corregirte.
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razón de mas … está bien o se dice … motivo de mas
Hola, Jacobo:
Ambos podrían actuar como sinónimos. Pero es más habitual usar «razón de más».
Pusieron en el artículo: «Asegúrate de que estas expresiones mal usadas no **aparecen** en tus textos» Lo correcto sería el uso del subjuntivo, ¿no?
Mal: *Asegúrate de que no aparecen.
Bien: Asegúrate de que no aparezcan.
¡Muy bueno de todas formas!
David (Uruguay)
Depende.
«Asegúrate de que no aparecen en tus textos» ===> en los textos que ya has escrito. Corrígelos.
«Asegúrate de que no aparezcan en tus textos» ==> en los textos que escribas en el futuro.
Genial. Me acabo de dar cuenta de que utilizaba mal «en base a». Gracias, me ha resultado muy útil.
Tranquila, Charo, casi todo el mundo la usa mal. Fíjate un poco y lo comprobarás.
Saludos.