Recientemente Google ha anunciado que, entre los nuevos parámetros que su algoritmo de búsqueda tendrá en cuenta para posicionar las páginas webs, figurará la ortografía. Google valorará si hay faltas de ortografía o errores estilísticos de modo que una buena página deberá evitar el exhibir errores en cuanto a ortografía o gramática. Igualmente se valorará que esté escrita con conocimiento y cuidado, y la atención que se haya prestado a su edición.
El buscador de buscadores ha mejorado el algoritmo con el que filtra sus páginas —y vigila la calidad de las mismas— para el internauta, incluyendo el respeto por las normas de la ortografía como uno de sus criterios básicos. De esta forma, las webs que más tengan en cuenta aspectos como el buen uso del idioma —el español, en nuestro caso— serán mejor consideradas y, por tanto, aparecerán entre los resultados que más se destaquen.
Por tanto, la importancia de una redacción correcta ha llegado a la red para quedarse. Escribir con corrección, respetando las normas de ortografía y haciendo uso de un estilo propio debe considerarse uno de los factores fundamentales de la creación de contenidos para internet.
Al hablar de redacción de contenidos se suele hacer hincapié en el gancho del título o el uso de palabras claves, pero pocas veces se menciona la necesidad de cuidar los aspectos normativos, formales y estilísticos de nuestra expresión escrita. Sin embargo, no debería menospreciarse la importancia de la ortografía pues es uno de los elementos del lenguaje que hace que el significado de lo que se escribe sea coherente con lo que se quería expresar.