Por qué para desarrollar una carrera literaria necesitas paciencia

Hace un par de años dedicamos un artículo a las ventajas incontestables que escribir despacio tiene para poder desarrollar una escritura consciente y, así, que la escritura no sea fruto del azar o de la improvisación, sino de una práctica reflexiva y de un proceso de escritura consecuente. Al escribir aquel artículo, un tema se desprendió por sí solo de él: la necesidad del escritor de ejercitar la paciencia para desarrollar su carrera literaria. Hoy, algún tiempo después, hemos querido desarrollar esa idea e invitarte a pensar sobre ella.

En aquel artículo te instábamos a escribir despacio como medio para madurar como escritor, concebir mejor tus obras y escribirlas con solvencia, incluyendo un proceso de revisión exhaustivo y eficaz. Aquí tienes el enlace al artículo Cuatro ventajas de escribir despacio, por si quieres leerlo.

Como es lógico, escribir despacio significa invertir mayores cantidades de tiempo en la escritura, e invertir mayores cantidades de tiempo implica, a su vez, desarrollar la paciencia para hacerlo.

Justamente la paciencia es también la cualidad que un escritor necesita para desarrollar una carrera literaria solvente. Sabemos que muchos pensáis que ser publicado y llegar a los lectores es una cuestión de mera suerte o de buenos contactos. La realidad es que casi siempre depende de saber lo que hay que hacer y tener la paciencia para hacerlo una y otra vez hasta alcanzar el resultado perseguido.

El escritor Anthony Powell dijo:

Has de tener una capacidad enorme de resistencia para ser novelista. Tienes que hacer un montón de tareas aburridas y perseverar día tras día, y si no eres capaz de eso, poco importa que tengas toda la imaginación del mundo.

La distorsión de los casos de éxito

Una carrera literaria no se construye de hoy para mañana, si tienes prisa, si piensas que convertirte en un escritor conocido y reconocido va a suceder de inmediato, quizá sea mejor que desistas. Hemos sabido de escritores que mientras todavía estaban escribiendo su primera novela, ya esperaban alcanzar un éxito instantáneo. Terminarían de escribirla enseguida, enseguida la publicarían y pronto todos los lectores hablarían de ella.

Nada más lejos de nuestra intención que desalentarte para que no persigas sueños ambiciosos: escribir, publicar y tener éxito (de lecturas, de ventas, económico) es una aspiración legítima y puede ser un poderoso motor que te impulse a seguir adelante. Pero la realidad es que nada de eso sucede de una manera inmediata y, mucho menos, fácil.

Sucede que a menudo se pone el foco en los «casos de éxito»: esos autores cuya primera novela se ha convertido en un best seller instantáneo y les ha abierto la puerta a publicar con grandes editoriales. Pero por cada uno de esos casos hay cien, mil escritores que se han construido una carrera trabajando con la paciencia y la abnegación de una hormiga.

Pensar que se puede escribir una buena novela en unos pocos meses (hay quien promete que puede hacerse en un mes), publicarla de inmediato y alcanzar enseguida a millares de lectores implica no solo cierta ingenuidad, sino también un desconcertante desconocimiento de cómo funcionan el proceso creativo y el mundo editorial.

Por qué paciencia

Desarrollar una carrera profesional en cualquier ámbito, también en la literatura, es algo que lleva tiempo. Piensa en cualquier profesión liberal: hay primero un proceso de formación, después unos años que podríamos llamar de «noviciado», hasta que poco a poco el profesional se va haciendo un nombre y una reputación. Los clientes que han trabajo con él repiten y el boca a boca funciona y le proporciona nuevos clientes y nuevos contactos.

Ese suele ser el camino, nunca corto ni exento de obstáculos. Por supuesto, hay excepciones, todos las conocemos. El error está en construir nuestras aspiraciones basándonos en la excepción y no en la regla. Si esperas obtener un éxito apoteósico con tu primera novela es probable que estés dejando de hacer lo necesario para construir una carrera sólida a largo plazo; también es posible que te frustres y abandones. Simplemente no habrás tenido la paciencia de emplear el tiempo necesario en construirte una carrera de escritor.

Pero emplear el tiempo necesario es algo que a menudo no se hace, y no se hace porque se desean resultados inmediatos. No es extraño. Nuestra sociedad parece tolerar únicamente la inmediatez y nos insta a buscar la gratificación instantánea: vídeos de un minuto, entregas en el día, modas exprés, éxitos instantáneos… Vivimos a toda velocidad, lo que por la mañana era novedad, por la noche ya está pasado de moda.

En un mundo abocado a ir cada vez más rápido y a exigir resultados inmediatos, la lentitud que exige la escritura parece imposible, fuera de lugar. Y muchos se niegan también el tiempo necesario para apostar por su obra; si no es un éxito de ventas inmediato abandonan todo intento de promoción.

Por otro lado, no debemos entender la paciencia como una espera pasiva: dejar el tiempo pasar hasta que eso que aguardamos suceda por sí solo. Por el contrario, la paciencia es la aceptación activa del proceso necesario para alcanzar nuestras metas.

Henry Miller dijo: «Primero tenemos que adquirir visión, después disciplina y paciencia». Con disciplina se da cada uno de los pasos para alcanzar un objetivo, pero también hay que tener la paciencia para darlos uno a uno, sin pretender saltarse ninguno.

Entonces…

Entonces el escritor necesita paciencia.

  • Paciencia para formarse, practicar y experimentar en busca de su propia voz.
  • Paciencia para escribir. Escribir no es solo poner una palabra tras otra, aunque también esa labor pide tiempo, tranquilidad y atención plena. Hay también un periodo de gestación de la idea, de reflexión, toma de decisiones y descarte. Y después viene la fase de revisión, que a menudo es más compleja y demandante que la de escritura en sí.
  • Paciencia para publicar. El proceso de encontrar editorial para una obra es arduo y sus tiempos son largos. Lo mejor que pude hacer el escritor es estar preparado para ello. Habrá silencios, habrá rechazos, habrá que hacer sucesivas rondas de envíos del original en distintos plazos. Si no se convierte en un ejercicio de serenidad y perseverancia este proceso puede resultar frustrante.
  • Paciencia para autopublicar. No se salva de tener paciencia el escritor que decide autopublicar. Sea que cuente con profesionales que le ayuden a realizar el proceso de edición de su obra, sea que él mismo aprenda y desarrolle las tareas necesarias, el proceso para convertir un original en un libro es laborioso y, cómo no, requiere tiempo.
  • Paciencia para construir una relación con sus lectores. Ojalá cada libro publicado concitara de inmediato a su alrededor a un nutrido grupo de lectores. No suele ser el caso. Un escritor debe tener paciencia para construir poco a poco, cada día, su marca personal y su relación con los lectores. No hay atajos.
  • Paciencia para promocionar su obra. Del mismo modo, un escritor debe trabajar cada día en dar a conocer su obra. El marketing no da resultados instantáneos y no se puede hacer si previamente no se ha construido una audiencia a la que dirigirse. Pero hay que tener el ánimo de trabajar cada día en ello, aun cuando los resultados tarden en aparecer.

Paciencia activa

Como hemos dicho, la paciencia no es una cualidad pasiva. No significa quedarse de brazos cruzados esperando a que las cosas sucedan por sí solas. La paciencia es activa, es una fuerza que trabaja a lo largo del tiempo.

La paciencia se combina con tus objetivos. Primero tienes que ser consciente de lo que quieres alcanzar y fijarte un plan para lograrlo. Eso te hará comprender el trabajo que te espera y el tiempo y el esfuerzo que tendrás que poner en el empeño. Después entra en juego la paciencia para realizar ese esfuerzo de una manera continuada y asumir que el tiempo que te llevará alcanzar tu meta no puede ser acortado.

Por ello Rousseau dijo: «La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce».

Y tú, ¿tienes paciencia?, ¿cuál es tu manera de ejercitarla y fortalecerla? ¿Te has detenido alguna vez a pensar que es una cualidad que te ayuda decididamente a construir una carrera sólida? Nos interesa todo lo que quieras contarnos sobre el tema.

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  • Paciencia activa. Ahí está el detalle, citando a mi paisano. Sobre eso y lo que se puede hacer en los tiempos de espera se puede hablar un montón.

  • Entiendo el punto y creo que tienen razón. Sin embargo, el gran problema de la paciencia en estos tiempos es que el escritor, al igual que todas las personas, necesita vivir. En concreto, necesita dinero para vivir. Y esa liquidez no es instantánea cuando eres artista. Los productos no tienen una salida tan rápida como la comida o la vestimenta.
    Duele tener que trabajar en otros trabajos (a menudo, una porquería) para dar origen al sueño. Es vivir en una prisión, con acceso a un par de horas para poder respirar. Es suficiente y algunos no estamos tan dispuestos para seguir subyugados, y menos que nos pidan paciencia por hacer algo para lo que nacemos.
    Entonces, el dilema es, ¿se puede pedir paciencia?

  • Durante años he aprendido a valorar la tranquilidad y la paciencia como las mejores herramientas de mi carrera como escritora. Muchas veces resulta complicado encontrar motivos para seguir siendo paciente, sobre todo, cuando no obtenemos los resultados esperados, pero luego ocurre algo, lo que sea: un comentario positivo de alguien a quien admiras sobre tu obra, alguien que te reconoce y te conoce aún cuando tú no sabes quién es, la primera vez que alguien te pide consejo, considerando que vas pasos por delante… Son señales que te animan a seguir adelante y te indican que tú trabajo dará sus frutos. Ser constante es lo más complicado.

  • La escritura me da tranquilidad y paciencia de la que carecía. Me calma, me desconecta de la fealdad, de lo ingrato, de lo abusivo; de todo cuanto veo a mi alrededor que no me gusta.El mundo de la edición es arduo y pedregoso, ! acaso hay algo fácil de conseguir en la vida!. A veces me digo, tranquilidad , todo a su tiempo; tal vez algún día llegue el reconocimiento. Mientras tanto seguiré escribiendo porque ya no lo puedo remediar.

  • «Como es lógico, escribir despacio significa invertir MAYORES CANTIDADES de tiempo en la escritura, e invertir MAYORES CANTIDADES de tiempo implica, a su vez, desarrollar la paciencia para hacerlo».
    Perdonad que os corrija, pero me ha chirriado: «mayor cantidad».

  • Me ha encantado esta entrada del blog. ¡Es tan cierta! Mi proyecto literario surgió de una idea en mayo de 2018. A lo largo de todo el 2019 fue transformándose, hasta que en enero de 2020 empecé a escribir. Hoy, cincos años después, mi primera novela está en proceso de revisión externa. Luego, tocará buscar editorial. Así que la publicación no sé cuándo llegará. Vivo el proceso día a día. Quizá, dentro de un tiempo, pueda decir: ya cerré un ciclo completo. Y, de nuevo, se abrirá un ciclo nuevo.

  • Gracias por este artículo. Como todos los vuestros, te hace reflexionar.
    Yo era la mujer mas impaciente del mundo. Se me llevaban las palabras, las imágenes, las ideas. Hasta que aprendí que sin reflexión y paciencia no hay camino para encauzar todo ese torrente en la forma que quiero.
    Escribir, al final, es detenerse a contemplar y escuchar.

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