La fase de revisión es una parte fundamental del proceso de escritura. Con tu primer borrador ya finalizado llega el momento de revisar y corregir todo aquello que no funciona en tu novela.
Es un trabajo arduo, porque implica mucha atención y exige tiempo. Además, se llega a él ya algo cansado después del esfuerzo que se ha dedicado a realizar el trabajo previo de preparación y de las muchas jornadas de escritura convirtiendo en palabras el argumento.
Pero no puedes saltarte la fase de revisión.
Tienes que leer con aplicación el texto entero, mejor si lo has dejado reposar durante algunas semanas.
- Debes analizar bien el conjunto de la obra, pero también cada una de sus partes para comprobar cómo engarzan entre sí.
- Tienes que reescribir aquellas partes de tu novela que flojean o precisan una mejor exposición.
- Puede que necesites escribir algunas escenas nuevas que refuercen el desarrollo del personaje o introduzcan indicios.
- Y también deberás eliminar todo aquello que entorpezca la acción y no actúe más que como relleno.
Por suerte, si has realizado un buen trabajo previo, como el aprenderás a hacer en el Curso de Novela, la fase de revisión te resultará mucho más sencilla de acometer. Solo tendrás que cotejar los esquemas y hojas de trabajo que preparaste antes de empezar a escribir para ver dónde te has desviado, repasar los cambios que voluntariamente decidiste introducir mientras escribías (porque los habrá) y comprobar que en líneas generales sigues el plan maestro que te habías trazado.
La fase de revisión debe repetirse al menos un par de veces para que tu proceso de escritura sea realmente eficaz.
Para asegurarte de que tu novela queda perfecta hay algunas cosas a las que debes estar atento durante la fase de revisión.
Son aspectos que mejoran mucho el conjunto de la obra y la hacen más literaria y completa. Y son aspectos que, a menudo, los escritores noveles descuidan. Hacen referencia a la estructura, los diálogos o las descripciones, entre otros. Vamos a verlos uno a uno y en detalle.
1. Equilibrio del conjunto
Una buena novela debe guardar un equilibrio perfecto.
Este equilibrio atañe, en primer lugar, a sus partes.
Planteamiento, desarrollo y desenlace deben guardar una proporción perfecta, sin que ninguna parte se extienda a costa de las otras.
Mucho cuidado con esos largos planteamientos que invaden el espacio que debería ocupar ya el desarrollo. Suelen ser fruto de no tener más que una idea preliminar sobre tu novela: entonces te lanzas a escribir sin tener claro cómo continuarla y muchos menos sin saber cómo la terminarás. Eso hace que te extiendas en el planteamiento porque, a decir verdad, no tienes nada más que escribir.
Atento también a los finales abruptos, que se precipitan de manera vertiginosa. Lo mejor es que tengas claro cómo acabará la novela cuando te sientes a escribirla. Recuerda además que debes cerrar cada trama abierta y completar el desarrollo del personaje protagonista.
El equilibrio del conjunto de una obra también tiene que ver con la tensión narrativa. Hablamos de ella en este artículo que no debes dejar de leer.
Una novela tiene que tener tono. Y para ello debes alternar escenas de mayor tensión con otras de menor tensión, construyendo un sistema inteligente de picos y valles.
También la longitud de las frases contribuye a aumentar o disminuir la sensación de tensión, creando efectos de ritmo. Las frases cortas incrementan la tensión, mientras que las largas la disminuyen.
2. Uso del lenguaje
Enlazando con lo anterior, algo a lo que deberías prestar especial atención durante la fase de revisión es al lenguaje.
Como escritor se te supone un perfecto dominio del mismo. Aunque, si eres un escritor principiante, seguro que necesitas entrenar un poco más tu manejo del lenguaje.
- Lee tu texto con atención en busca de muletillas. Ya sabes, esas frases o expresiones que repetimos sin cesar y que no deben colarse bajo ningún concepto en tu novela.
- Ojo también con las frases hechas. Son como los clichés: están tan gastadas que se han vaciado de significado.
- Expurga las palabras que se repiten varias veces en un mismo párrafo o en párrafos consecutivos. Usa un diccionario de sinónimos, pero con tiento. Asegúrate de que la palabra que eliges significa lo que crees. El diccionario de la Real Academia de la Lengua tiene que ser uno de tus mejores amigos.
- Mucho cuidado con las palabras altisonantes. No eres mejor escritor por usarlas. De hecho, los mejores autores escriben con gran sencillez. Además, como suelen ser palabras que no acostumbras a usar, puede que las uses con un sentido equivocado. De nuevo, el diccionario es tu mejor amigo. Recuerda que se trata de dar con la palabra exacta, no con la palabra más rara.
- No abuses de los juegos de palabras o de las metáforas rebuscadas. Como siempre, menos es más. Claro que quieres escribir bonito, pero también es algo que debes entrenar. Prueba tus alas, pero no llenes el texto de metáforas, imágenes y símiles porque muchas veces no son más que concatenaciones de palabras realmente vacías de significado. Escribes para comunicar, no para epatar.
Aquí te damos algunas indicaciones más sobre cómo mejorar el lenguaje en tu novela.
3. Escenarios y paisajes
Otro de los elementos a los que debes prestar atención cuando trabajes en la fase de revisión de tu novela son las descripciones.
Repite este mantra: las descripciones no son relleno.
Muchos escritores estáis tan centrados en escribir «qué» sucede que se os olvida contar «dónde» sucede.
Omitís, por descuido (o porque no os gusta leer largas descripciones en los libros), los detalles necesarios para que el lector comprenda dónde acontece la acción. De esta manera las escenas se suceden en un vacío blanco: sin paisaje, sin muebles, sin ruidos ni olores. El lector ve moverse a los personajes, pero es como si estos estuvieran sobre un escenario sin ningún decorado.
Si no te gustan las largas descripciones (una pena, porque grandes páginas de la literatura son meras descripciones) no las incluyas, pero asegúrate de darle al lector unas coordenadas básicas que le permitan saber dónde sucede la acción, los detalles mínimos para que sepa en qué entorno se mueve el personaje.
Por tanto, durante la fase de revisión comprueba que en todas tus escenas hay unas orientaciones mínimas que permitan al lector comprender bien dónde sucede la acción y cómo sucede; es decir, cómo interactúa el personaje con lo que le rodea.
Recuerda que, para ser completas, las descripciones deben involucrar a todos los sentidos. No te limites a detallar lo que se ve, presta también atención a lo que se escucha, lo que se huele o las texturas de los objetos.
Aquí tienes cinco trucos para escribir buenas descripciones.
4. Manejo de los diálogos
Para finalizar, otro punto que debes examinar durante la fase de revisión es la forma en que has manejado los diálogos.
Lo primero que debes comprobar al respecto es si todos los diálogos que hay en la novela deben estar en ella.
Los escritores principiantes tienden a resolver la mayoría de las escenas mediante el diálogo. Sobre todo cuando en ella intervienen un par de personajes. Esto es debido a que tenemos más cultura cinematográfica que literaria; lo que no es de extrañar, porque ¿cuántas películas y series has visto en los últimos meses?, ¿y cuántos libros has leído? El resultado es que nos representamos las escenas de nuestra novela como escenas de una película que se proyecta en nuestra mente.
En una película el diálogo es la forma de que los actores nos cuenten lo que sucede, pero en una novela tienes muchos más recursos. Úsalos. Que dos personajes estén juntos no significa que tu única opción sea hacerles hablar entre sí. Simplemente puedes hacer que el narrador dé cuenta de lo que ambos personajes se dijeron.
Asegúrate además de que:
- Ningún diálogo es mero relleno y de que lo que en él se dice contribuye a hacer avanzar la acción.
- No hay frases de relleno en el diálogo. Si las hay, elimínalas.
- No son diálogos estereotipados. Cuidado de nuevo con las frases hechas y los clichés.
- No te has limitado a reproducir las palabras de los personajes y has usado al narrador para darle consistencia a la escena. Permite que el narrador intervenga para hacer puntualizaciones, describir ademanes y reacciones y mostrar lo que se esconde tras las palabras de los personajes.
- No has sido demasiado creativo con los verbos de habla.
Estos son algunos de los elementos a los que debes prestar atención durante la fase de revisión.
Como apuntamos más arriba, tu novela debería pasar por esta fase (y la de reescritura) al menos un par de veces.
Nuestra recomendación es que, en una primera lectura, prestes atención a los elementos básicos de la novela: estructura, cronología, desarrollo de los personajes… Y dejes estos puntos que hemos desgranado para una segunda fase de revisión, donde la historia estará más refinada y sus detalles más pulidos.
Así con cada nueva lectura, revisión y reescritura tu novela ganara en coherencia y solidez, pero también en esos aspectos literarios más intangibles que son los que caracterizan a las mejores obras de la literatura y hacen que nos rindamos admirados ante determinados autores.
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Saludos! Para mí, el factor del equilibrio en la estructura y planteamiento de la novela es lo más difícil. Cómo comprender la armonía en un texto tan extenso, cómo lograr la solidez o ese efecto de «esta novela es redonda». Difícil cuestión que, entiendo, requiere de técnica y práctica y trabajo duro. En segundo lugar, los diálogos me parecen también muy complicados. Sobre todo lograr la naturalidad y el equilibrio en la expresión: ¡imposible! muy interesante blog, echaré un vistazo a los cursos.
Como siempre muy acertados los consejos en la fase de corrección. Ademas otra vez acierta, porque estoy en esa fase.
A destacar el comentario sobre escenario y paisaje. Muchas gracias sinjania.
Es muy importante mantener una estructura en las novelas, a más extensas, mayor cuidado. En mi caso, reviso los capítulo, y el número de escenas. A su vez cada escena debe cumplir con introducción, nudo y descelace(aun si es un cliffhanger). Y no hay que olvidar que cada escena debe contener: acción, reacción y propósito. Yo suelo intercalar escenas con diferentes ritmos, para relucir esos picos y valles que mencionas.
Me encanta todo el proceso de escritura, la preparación, la investigación y el momento donde escribes. Pero es la revisión la parte donde el proceso creativo tiene ese filtro necesario. Adicionar no es problema, modificar tampoco, sino cuando debes meter tijera. Pero hasta que sales del «salón» y vez el resultado, es cuando te alegras de ese corte. Muy intetesante. Me paso a leer todos los enlaces.
Muy interesantes consejos… Nos ayudan a escribir mejor
Gracias
Muchas gracias por tu mensaje, sinjania.